En los últimos tiempos las grandes firmas de deportivos con un notable legado a sus espaldas, especialmente las británicas, se han aficionado a las series de Continuación, una interesante forma de reeditar algunos de sus clásicos más famosos con las especificaciones originales pero con procesos de producción más modernos y fiables. Aston Martin y sus DB5 Goldfinger Continuation o Bentley con sus Blower de 1929.

Lotus ha querido también seguir ese camino con la apertura de un nuevo departamento de alta personalización conocido como Lotus Advanced Performance, que entre otras cosas prometía dedicarse rescatar vehículos históricos de la marca, tanto con modelos de Continuación como restmods. Precisamente ese primer anuncio se ilustró con un clásico coche de competición de los 60 visto desde atrás, caracterizado por su enorme alerón que superaba la propia anchura del coche con sus también enormes neumáticos, dos enormes salidas de escape y un motor a la vista con enormes trompetas de carburador asomando.

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Ese coche es el Lotus Type 66, un modelo diseñado en los 60 para el famoso campeonato americano Can-Am que nunca llegó a construirse. Sin embargo ahora por fin va a ver la luz convertido en una de las primeras creaciones de Lotus Advanced Performance con 10 unidades que la marca va a poner a la venta en pleno siglo XXI. Será eso sí una pieza muy especial por su monstruoso diseño de bólido de carreras de los 60 -más si hablamos de un Can-Am como este-, también rápido, con un rendimiento que según sus responsables promete estar a la altura del de un GT3 actual, pero también especialmente caro, y es que cada una de esas 10 unidades se ofrecerá con un precio que alcanza las siete cifras.

El modelo se ha presentado en persona en The Quail en plena Monterey Car Week como "un testimonio del deseo de la marca de volver a imaginar los mejores elementos de su herencia, actualizándolos de la manera más emocionante posible".

El proyecto de Can-Am de Colin Chapman que nunca llegó a ver la luz

Como decimos la historia de este Lotus Type 66 es la de un proyecto fallido que nunca llegó a materializarse. La llamada Canadian-American Challenge Cup, conocida por sus monstruosos coches de grandes motores carrocerías con ruedas cubiertas y enormes alerones comenzó en 1966 como una serie de carreras por Canadá y Estados Unidos a la que incluso equipos europeos como McLaren con sus espectaculares M8 se apuntaron. Bajo el reglamento de los Grupo 7 ofrecieron carreras emocionantes y peligrosas y en muy poco tiempo los modelos Can-Am alcanzaron un nivel de relaciones potencia-peso superiores a la de los F1 de la época. Por aquel entonces Lotus también se estaba planteando entrar en la Can-Am, tanto que a finales de los 60 el propio Colin Chapman ordenó a su diseñador del equipo Lotus, Geoff Ferris, crear un coche para el Grupo 7, y aunque lo hizo hasta el punto de dejar dibujos técnicos y modelos a escala, Chapman estaba demasiado ocupado en esa época con otros proyectos en competición, por lo que el proyecto se descartó y con el Type 66 nunca llegó a materializarse, al menos durante 53 años.


Por suerte Lotus ahora ha rescatado esos materiales originales para ejecutar esta resurrección en pleno siglo XXI, una tarea que no habría sido posible sin Clive Chapman, el hijo de Colin y ahora director general del Classic Team Lotus, quien facilitó al equipo todos bocetos y diseños originales, que afortunadamente habían sido guardados décadas en una caja ignífuga que contenía 28 rollos de microfilm, algunos de los cuales contenían imágenes del proyecto Can-Am que datan de septiembre de 1969.

Vuelta a la vida 53 años después

Así por fin el Lotus Type 66 ha visto la luz con este aspecto tan monstruoso propio de un Can-Am y los colores rojo blanco y dorado que también por esa época Lotus llevaba en sus coches de F1 por su patrocinio con Gold Leaf en coches tan célebres como el Lotus Type 49. Precisamente de esa otra rama de competición de Lotus hereda innovaciones de la época como radiadores laterales, mientras que en la zona trasera el monstruoso alerón trasero, si bien mantiene la forma clásica de los coches de la época tiene un trabajo aerodinámico mayor que el que habría sido posible en los 60 y 70. De hecho Lotus asegura haber dedicado en total más de 1.000 horas de modelado CFD para este modelo, lo que ha permitido obtener, aseguran, una cifra máxima de carga aerodinámica de 800 kg a 241 km/h.

En lo que respecta a su motor aquí la cosa ha sido algo más compleja, ya que el desarrollo del Type 66 nunca avanzó lo suficiente como para asignarle un motor, aunque muy seguramente habría empleado motores Chevrolet V8 de 8.3 litros como los que usaban los modelos de McLaren de la época y que eran capaces de ofrecer 800 CV. En este sentido Lotus aún guarda silencio y se limita a asegurar que este modelo contará con un V8 equivalente a los de la época, con manivela, pistones y bielas de aluminio forjado, además de una colección espectacular de trompetas de carburador, estimando unas cifras finales de 830 CV de potencia a 8.000 rpm y 747 Nm de par a 7.400 rpm.

Donde sí habrá un salto importante en cuanto a su ingeniería será en el chasis con una estructura tubular central de fibra de carbono, aunque su carrocería se conformará con paneles de aluminio. También contará con una moderna dirección asistida eléctrica, una transmisión secuencial de competición y sistemas antibloqueo como un ABS. Todo ello permitirá, como decíamos al principio, que este Lotus Type 66 ofrezca un rendimiento similar al de un GT3 actual, incluso superior en circuitos como el de Laguna Seca.

Gama, precios y lanzamiento del Lotus Type 66

El único problema será, a parte de su exclusividad, su precio, y es que Lotus pedirá por cada uno de ellos un millón de libras, es decir 1,17 millones de euros al cambio actual.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.