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Seguramente no lo sabías, pero si tienes un Mazda MX-5 de segunda generación tienes entre manos una base para crear uno de los monoplazas de Gran Premio más míticos, bellos y exitosos de todos los tiempos. Esa clase de bólidos que competían cuando la Fórmula 1 estaba dando sus primeros pasos, no en vano fue el coche que ganó el primer Gran Premio de F1 de la historia en Silverstone allá por 1950, aunque su exitoso legado comenzó décadas antes. Hablamos ni más ni menos del Alfa Romeo 158, más conocido popularmente como 'Alfetta'.
Hoy en día hacerse con un modelo original sería una auténtica ruina por el valor histórico y como pieza de colección que tiene un coche de competición así, pero como una especie de regalo de Navidad alguien decidió crear un kit para construirte tu propio Alfetta, y no hablamos de una réplica desproporcionada y reducida, sino de algo tan bien terminado como lo que ves en estos vídeos.
Así puedes construir tu propio F1 clásico
Este proyecto se llama Tipo 184 y detrás de él está Ant Anstead, conocido por el programa Master Mechanic en el que muestra cómo ha sido capaz de transformar un MX-5 NB en sus últimas horas en todo un coche de carreras -también es copropietario junto a Jenson Button de Radford, compañía que nos ha brindado hace poco otra resurrección de un clásico de competición con el Lotus Type 62-2-. Hace algo más de un año convirtió ese curioso proyecto en un negocio ya que ofrece un kit para que los clientes puedan hacer lo mismo. El resultado se puede ver ahora en el extenso vídeo que el canal The Late Brake Show ha dedicado a este coche, desde cómo se construye a una prueba en carretera con el modelo. Porque sí, está homologado para conducir por carreteras públicas, al menos en el Reino Unido.
Un kit (inicial) de 10.000 euros
De esta forma el kit ofrece desde el chasis tubular y los paneles de la carrocería a su parrilla clásica o su largo escape especial similar al de los coches clásicos de la época, con cuatro tubos reales y otros cuatro falsos que tratan de disimular que en vez de un motor de ocho cilindros en línea sobrealimentado de 1.5 litros del Alfa -de ahí viene el nombre de 158- contamos con uno de solo cuatro cilindros y 1.8 litros.
El pack se completa con la palanca de cambios hecha a mano o la columna de dirección, para lucir como un Alfetta. En total este pack inicial cuesta actualmente unos 10.000 euros, un precio ligeramente superior al que lucía en su estreno, pero que aún sigue siendo una cantidad bastante contenida para lo que ofrece.
Y decimos inicial porque la compañía ofrece otros tantos packs que añaden otros elementos que podrías tener ya por casa como un kit de frenos, radiador, kit de admisión, retrovisores y volante clásico, asiento a juego, amortiguadores y por supuesto las ruedas y llantas de estilo clásico. Incluso se ofrecen añadidos como un Opel Wheel Kit que suma añadidos aerodinámicos o el Road Going Kit que permite instalar guardabarros y faros para usarlo de forma más habitual por carretera abierta.
El primer coche campeón de la historia de la F1
En cualquier caso lo que tenemos como resultado es una forma mucho más asequible de tener nuestro propio Alfa 158 que si intentáramos hacernos con uno original. Un modelo que dio sus primeras vueltas en competición allá por 1937 convirtiéndose en un éxito que tuvo que frenarse por la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo como hemos visto volvió con fuerza en 1950 ya dentro de la F1, hasta el punto de ganar absolutamente todas las carreras de aquel año y llevarse el primer título de Campeón del Mundo con Giuseppe 'Nino' Farina. Un año después en 1951, ya con una versión ligeramente mejorada, la 159, hizo lo propio un tal Juan Manuel Fangio, confirmando al Alfetta como uno de los monoplazas más exitosos de todos los tiempos.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.