Tras la llegada de la nueva generación del Mokka, Opel introduce una actualización muy importante en el SUV de menor tamaño de su gama, es decir, el Crossland X, aunque a partir de ahora tendremos que olvidarnos de esa X. Decimos esto porque el renovado crossover ha optado por dar un cambio no solo en el apartado estético, sino también en su nomenclatura, de forma que lo conoceremos como Opel Crossland.
Más atractivo
Uno de los aspectos clave de esta actualización tiene que ver con el diseño del vehículo ya que los responsables de la parcela estética han dotado al Crossland del nuevo lenguaje ‘Vizor’, presentado por primera vez en el Mokka al que antes hacíamos referencia. Por ello, el frontal presenta una parrilla y unos grupos ópticos integrados que tratan de estirar visualmente la parte delantera, con unos paragolpes novedosos más agresivos gracias a la parrilla inferior de mayor tamaño.
También destacan las placas protectoras delanteras y traseras (plateadas en el acabado más alto), las luces antiniebla frontales con tecnología led y una zaga en la que los pilotos oscurecidos y la superficie del portón trasero negro brillante tratan de darle amplitud al conjunto. Completan las mejoras exteriores varios diseños de llantas de aleación de 16 y 17 pulgadas en acabado plateado, negro o de dos tonos. Así mismo, hay un nuevo acabado de corte deportivo, denominado GS Line +, que añade llantas de 17 pulgadas específicas, techo de color negro con barras, luces traseras de led y asientos delanteros ergonómicos con certificación AGR.
Con respecto al interior no hay grandes cambios y lo más destacado es un sistema de infoentretenimiento Navi Pro con una pantalla táctil de 8 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. En las plazas traseras aparecen unos asientos con regulación longitudinal (150 milímetros) que permiten aumentar la capacidad del maletero de 410 hasta los 520 litros, ampliables hasta los 1.255 l con los respaldos abatidos.
Más dinámico y confortable
Opel dice que el chasis del Crossland se ha mejorado con nuevos muelles y amortiguadores para la suspensión delantera McPherson y el eje trasero con un puente de torsión. Estas modificaciones se combinan con una dirección que ahora brinda una mayor precisión y un tacto mejorado, ofreciendo "un equilibrio óptimo de comodidad y agilidad". Además, los clientes podrán contar con el sistema de control de tracción adaptativo IntelliGrip para una "tracción y estabilidad óptimas en todo tipo de superficies". Los modos disponibles son los Normal/En carretera, Nieve, Barro, Arena y ESP desactivado.
En cuanto a la gama de motores, las opciones de gasolina se mantienen sin cambios e incluyen un propulsor de tres cilindros de 1.2 litros con aspiración natural que ofrece 83 caballos de potencia y dos motores tricilíndricos turboalimentados de idéntica cilindra con 110 y 130 CV., respectivamente. El Crossland también ofrece unos bloques turbodiésel de 1.5 litros con 110 y 120 caballos de potencia. Estas mecánicas van asociadas a unas transmisiones manuales de cinco y seis relaciones, así como una caja automática de seis marchas (disponible solo en las variantes más potentes).
Listo en el 2021
En cuanto a los sistemas de seguridad y ayudas a la conducción, el Crossland ofrece alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia y reconocimiento de peatones, alerta de cambio involuntario de carril, detector de fatiga del conductor, asistente de aparcamiento automático, alerta del ángulo muerto, head-up display y una cámara de visión trasera panorámica con una vista de 180 grados. Las primeras unidades llegarán a los concesionarios a principios del 2021.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
