Cinco curvas. Exactamente cinco curvas fue el recorrido que Carlos Sainz, piloto de Toro Rosso, pudo completar en el Gran Premio de Brasil. Ya en la vuelta de calentamiento, para formar la parrilla de salida, el STR10 del madrileño se quedaba parado en la salida del pit lane, teniendo que ser remolcado hasta el box.

Este primer episodio hizo prever problemas para Carlos durante la carrera. El equipo italiano consiguió preparar el monoplaza del madrileño, quien tomó parte de la carrera saliendo desde boxes. Tras dar comienzo la carrera, y después de que todo el paquete de coches pasara por delante de la posición de Sainz, el semáforo del pit lane se puso en verde y el piloto de Toro Rosso comenzó su carrera. Una carrera que finalizaría curvas más tarde tras sufrir de nuevo un problema en el motor de su coche en la curva 5 del trazado brasileño.

"A ver si termina de pasarnos todo lo que tenga que pasar este año y el año que viene tenemos un año limpio sin problemas. Así por lo menos podemos terminar carreras y demostrar lo que podemos hacer", comenta un decepcionado Carlos Sainz.

Sainz acumula de esta manera el séptimo abandono de la temporada de su debut. Una temporada frustrante que hace que el propio piloto no esté satisfecho con el trabajo, pese a la demostración de pilotaje que está realizando. "Es el séptimo [abandono] de 18 [carreras]. No es que sea un balance muy bueno, así que obviamente no estoy contento", expone.

Para finalizar, el español explica que estos problemas no benefician a su progresión en F1, ya que "en un año de ‘rookie’ que se necesita adquirir experiencia, terminar las carreras y demás, es algo que no ayuda. Ha sido un problema en el motor, se ha roto. A ver si no tenemos otra penalización en Abu Dhabi", concluye.