El hijo del fundador de una de las escuderías más longevas de la Fórmula 1, Piero Ferrari, hace caso omiso a todas las críticas sobre el impresionante cambio generacional que vive el equipo Ferrari. Empezando por los pilotos, destaca que no es casualidad el hecho de que Sebastian Vettel tenga cuatro Campeonatos del Mundo. Así, también añade que si a Kimi Raikkonen se le da el coche adecuado, triunfará.

"Puede liderar el equipo en la buena dirección. Me gusta que no tenga representante y viva con los pies sobre la tierra. Es muy rápido, no se ganan cuatro títulos del mundo por casualidad. Räikkönen es capaz de todo con la máquina adecuada, algo que en 2014 no tenía. No creo que haya perdido su talento", comentó sobre sus dos pilotos.

En general, el hijo de Enzo está convencido que los cambios que se están llevando a cabo en Maranello gustarían a su padre, ya que era un hombre que apostaba por la reestructuración si las cosas no iban por el camino correcto.

Una de las modificaciones más sorprendentes fue la marcha de Luca Cordero di Montezemolo y, la llegada de su sustituto, Sergio Marchionne. En sus inicios, nadie estaba convencido de la llegada del dirigente de Fiat Chrysler, sin embargo, el propio Piero le ha respaldado desde el principio. "Lo vi hablando con claridad y honestidad, sin titubeos o politiqueos. Estoy muy emocionado por el cambio generacional que se está llevando a cabo. Las compañías evolucionan y te obliga a renovarte. No hay que olvidar que a finales del 1961, mi padre se cargó a siete altos ejecutivos y volvió a empezar, colocando a un joven Mauro Forghieri a la cabeza de todo. Mi padre le hubiera entendido (a Marchionne). Marchionne es una persona que odia los retrasos. Trabaja duro, reconoce y resuelve los problemas al instante. Tiene muchas cualidades", citó La Gazzetta dello Sport.

Sin embargo, el hijo del fundador de Il Cavallino Rampante prefiere no entrar en comparaciones entre el ex presidente Montezemolo y el actual ya que, según comenta, son dos personas completamente diferentes. "Es imposible compararlos porque vienen de mundos diferentes, con diferentes caminos, tienen diferente carácter y una forma distinta de trabajar", finalizó Piero Ferrari.