Bernie Ecclestone no quiere dejar su cargo de máximo responsable de la Fórmula 1. Desde 1978, el británico ejerce de cabeza pensante y marca las directrices a seguir en su objetivo de que el Gran Circo sea cada temporada más emocionante, atrape a más aficionados y llegue a multitud de países para convertirse en un deporte global. No obstante, sus días al frente de la categoría reina podrían estar contados si los tribunales alemanes le imputaran por el caso del banquero Gerhard Gribkowsky, tal y como reconoció días atrás.

Consciente de que tal escándalo económico -tras la venta de los derechos de la F1 a la empresa CVC con la presunta implicación de Gribkowsky- podría costarle el puesto, Ecclestone afirma ser inocente. "Estaría preocupado si fuera culpable, ¡pero no lo soy!¿Están tratando de atraparme? No lo sé y no me importa. Todo lo que sé es que la gente prueba cualquier cosa cuando hay dinero de por medio. Eso no hará que aparezca en el tribunal", afirmaba al diario italiano Il Corriere della Sera.

Tras afirmar que su marcha como magnate del Gran Circo podría suponer importantes cambios en el desarrollo de la competición, como por ejemplo la salida de algunos Grandes Premios, el británico señala que sin su trabajo desde 1978, la categoría reina sería muy diferente a la actualidad. "Dije que la Fórmula 1 habría sido diferente sin mi. No creo que fuera mejor.¿Hay algún nuevo Ecclestone en el horizonte? No, no veo a ninguno", añadía al rotativo transalpino. A sus 82 años, el británico no dejará su cargo a no ser que sea por fuerza mayor.