A sus 82 años, el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, todavía no tiene intención de dejar su puesto de máximo responsable de la competición. Aunque varias informaciones, especialmente tras el escándalo de corrupción con el ex banquero Gerhard Gribkowsky, señalan que el británico podría verse obligado a renunciar a su cargo, Ecclestone advierte que su salida de la F1 sería perjudicial para el deporte.

En declaraciones al periodista económico Christian Sylt, el magnate avisó que su no presencia como jefe ejecutivo podría traer consecuencias negativas para el Gran Circo que se podrían transformar en la salida de varias pruebas del calendario. "Un día, no voy a estar y uno de los mayores problemas es que tengo muy, muy buena relación con los promotores de las carreras. Algunos me han dicho, 'si no estás, nosotros no estamos'. Ese es el peligro", afirmaba Ecclestone.

Las advertencias del británico llegan tras las informaciones publicadas por el diario suizo Blick en la que comentaban que desde Alemania, los abogados del 'caso Gribkowsky' podrían cargar contra él con acusaciones de soborno. Además, el rotativo germano Suddeutsche Zeitung añadía que las autoridades fiscales de Reino Unido también estarían dando alcance a Ecclestone.

De momento, el magnate, igual que los monoplazas de la F1 en plena competición, se niega a levantar el pie del acelerador y dejar el cargo de máximo responsable que ostenta desde finales de los setenta.