Las estrictas normativas de emisiones han provocado que cada vez sean más los fabricantes que apuesten por electrificar sus gamas de vehículos antes de lo previsto, dejando atrás unos motores de combustión que con el tiempo han ido haciéndose más pequeño con el único objetivo de cumplir con los estándares medioambientales correspondientes. Esto mismo es lo que ha provocado que Aston Martin desarrolle una inédita versión que a su vez recupera una mecánica que llevaba muchísimos años en el olvido: un motor de seis cilindros.
Adiós al V8
El último Aston en lucir un propulsor de este tipo fue el DB7 a comienzos de este siglo y ahora el elegido es el DBX. Las políticas medioambientales de China han provocado que el fabricante británico vuelva a recurrir a su socio Mercedes para impulsar a la versión de acceso de un SUV que pierde en prestaciones, pero que gana en eficiencia. El denominado Aston Martin DBX Straight Six viene acompañado de un motor de gasolina turboalimentado de seis cilindros en línea y 3.0 litros, es decir, el mismo que podemos encontrar en las versiones AMG 53 de la firma de la estrella.
Como tal, también hace acto de presencia una tecnología mild-hybrid de 48 voltios, encargada de proporcionar un extra de 250 Nm a la hora de acelerar. Con ello, la nueva versión del DBX es capaz de ofrecer 435 caballos de potencia y un par máximo de 520 Nm, transmitidos al asfalto mediante una caja de cambios automática de nueve velocidades que también procede de Mercedes. Gracias a que este coche cuenta con tracción total, la maniobra del 0 a 100 km/h se completa en 5,4 segundos y la velocidad máxima del vehículo es de 260 km/h.
Eficiencia mejorada
Esto significa que el DBX Straight Six es casi un segundo más lento que su hermano con motor V8 en alcanzar los 100 km/h desde parado, además de reducir su velocidad punta en 32 km/h. No obstante, donde sí mejora los números del citado bloque de ocho cilindros es en términos de eficiencia pues la nueva mecánica consigue homologar un gasto combinado de 10,5 litros cada 100 kilómetros, es decir, casi 4 litros menos. Además, esta versión de acceso incluye una serie de elementos destacados que intervienen en su dinamismo.
Nos referimos a un diferencial trasero de deslizamiento limitado, procedente de Mercedes-AMG, barras estabilizadoras activas, suspensión neumática adaptativa y un eje de transmisión de fibra de carbono. Los frenos delanteros utilizan unos discos mordidos por pinzas de seis pistones, mientras que los traseros se conforman con pinzas de un único pistón. Así mismo, las llantas disponibles van desde las 21 hasta las 23 pulgadas. El precio del Straight Six es de 1.898 millones de yuanes chinos, es decir, unos 261.000 euros al cambio. Se desconoce si esta motorización también llegará a Europa.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
