Ya está disponible el nuevo Mini Cabrio desde 22.700 euros. Aunque rompe menos moldes que la nueva generación del Clubman, la carrocería Cabrio del Mini, cuya nueva evolución acabamos de probar, también añade atractivo a la gama del utilitario. Mantiene como base la configuración de tres puertas y engloba una importante cantidad de cambios específicos de esta variante.

El Mini Cabrio 2016 crece en todas sus dimensiones: mide 98 milímetros más de longitud, 44 milímetros más de anchura y un milímetro más de altura. La batalla se agranda también en 28 milímetros, una variación que, según pudimos apreciar supone una mejora en la habitabilidad, sobre todo en las plazas delanteras y algo menos en las traseras. Donde sí se aprecian mejoras significativas es en la capacidad del maletero. Con la capota desplegada, ofrece un volumen de 215 litros. Si se recoge, la cifra disminuye hasta 160 litros, lo que supone un 25% más que antes, sin duda un avance significativo. Contamos además con el sistema Easy Open, que mediante una serie de palancas permite aumentar la boca de carga, a lo que se añade la posibilidad de plegar los asientos posteriores. Todo esto facilita la carga de objetos voluminosos.

Una vez en marcha apreciamos que el nuevo Mini Cabrio ofrece así un habitáculo más espacioso. La mejora se aprecia en particular en la banqueta trasera, con mayor capacidad para acoger a adultos, pero igualmente se benefician los ocupantes de los asientos delanteros gracias a su mayor flexibilidad de ajustes. La posición de conducción también ha mejorado gracias a que la banqueta se puede situar más cerca del suelo. En cuanto al diseño se aprecian pocas modificaciones con una disposición de los mandos poco ergonómica en la que prima el diseño por encima de la funcionalidad, con multitud de pulsadores de tipo aeronaútico.

Una vez en marcha se aprecia el tradicional tacto de los Mini con una dirección bastante directa y un tacto de suspensiones rígido. En marcha y a velocidades legales el aislamiento de los ocupantes es bastante bueno y el deflector trasero cumple bien su cometido, otra cosa diferente ocurrirá con los pasajeros de las plazas traseras, que verán mermada su comodidad, pero sobre todo por la rigidez de la suspensión, un handicap por contar con un comportamiento dinámico bastante ágil.

Proceso automático

A diferencia de la generación previa, cuyo accionamiento era parcialmente manual, el Mini Cabrio 2016 cuenta con una capota con sistema de apertura completamente automatizado. Su activación se realiza bien desde dentro del coche, bien con un botón de la llave. Los modos de los que dispone no se alteran: se puede separar cuarenta centímetros del parabrisas, como si fuera un techo solar, o plegarla del todo. El sistema tarda 18 segundos en efectuar el proceso y funciona con velocidades de hasta 30 kilómetros/hora. También se incluye el comentado deflector acoplable a dicha fila que es más liviano y resulta más sencillo de instalar en esta generación.

El Mini Cabrio 2016 crece en todas sus dimensiones: mide 98 milímetros más de longitud, 44 más de anchura y uno más de altura. La batalla se agranda también en 28 milímetros

Otro cambio significativo es la sustitución de los arcos antivuelco a la vista por otros que únicamente aparecen en caso de accidente y su estructura se ha robustezido para compensar la pérdida del techo. Estas características repercuten en la aerodinámica -Cx de 0,34 frente a 0,28 del Mini de tres puertas- y en el peso -120 kilogramos más-, y, por ende, en las prestaciones, si bien en set sentido gracias a la completa gama de motores se puede suplir cualquier merma.

Efectivamente contamos con una completa gama de seis motorizaciones, cuatro de gasolina de 102, 136, 192 y 231 caballos y dos Diesel de 116 y 170. Como es habitual cada motor lleva su propia denominación, One, Cooper, Cooper S, John Cooper Works, Cooper D y Cooper SD, todos con cambio manual de seis velocidades –aunque también hay disponible uno automático– y con una horquilla de precios desde 22.700 hasta los 36.550 euros.

Por último hay que destacar que además de los elementos que incorpora el equipamiento habitual del Mini, la carrocería Cabrio proporciona algunos componentes exclusivos. Entre ellos un climatizador que varía su configuración dependiendo de si la capota está abierta o cerrada, un aviso del sistema multimedia que, mediante conexión a Internet, averigua si existe riesgo de precipitaciones –Journey Mate–. También se puede contar, por primera vez, con una capota personalizada con la bandera inglesa por 650 euros.

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