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La saga principal de Aston Martin fundada por David Brown se completó el pasado año con el nuevo y más redondo que nunca Aston Martin DB12, más potente, más funcional, moderno y cuidado por dentro y cubierto por un nuevo e impresionante traje que hizo que la marca británica comenzara a jugar con la idea de Super GT. Ahora llega el Aston Martin DB12 Volante, la esperada versión convertible del DB12, que hace preguntarse si esa idea preconcebida de que la versión coupé de un coche de altas prestaciones como este siempre es la definiva, es cierta.
El nuevo DB12 Volante puede abrir la tapa de su maletero y desplegar su techo de ocho capas en solo 16 segundos a velocidades de hasta 50 km/h, lo cual es muy útil si tu planeado viaje de un día a Malibú sin capota se complica cuando se acerca una tormenta. El Océano Pacífico era gris hierro, pero el Volante era azul océano (Caribbean Blue según el configurador), y con un volante y asientos de cuero calefactables del color de una costa de arena blanca, creamos nuestro propio clima cálido y playero en su interior mientras huíamos más rápido que la lluvia por la costa de California.
Al igual que el DB12 coupé, este convertible es una máquina grande. Eso es importante en el buen sentido, como en los anuncios de restaurantes que promocionan nuevas hamburguesas. El Volante es espeso y jugoso, una delicia rica en calorías. Después de los primeros segundos de ansiedad al volante, centrados principalmente en no raspar sus llantas de 21 pulgadas con radios en Y contra los bordillos de piedra al salir del parking del hotel, nos adaptamos al tamaño del Aston. A pesar de su amplio capó y sus flancos curvos, no es difícil sentir dónde están los bordes, y el resultado es un coche que se siente pesado, pero agradable, como una pluma estilográfica Montblanc.
Un GT bello y ahora más refinado por dentro y por fuera
No hay nada como pisar el pedal con la capota bajada, y el V8 biturbo de 4.0 litros de AMG del DB12 recompensa con una aceleración vigorosa y un rugido depredador que se vuelve más hambriento con los cambios en el modo de conducción. El Volante ofrece cuatro niveles de control electrónico de estabilidad y cinco modos de conducción, desde el suave modo GT hasta el Sport (nuestra configuración preferida para la carretera), Sport Plus (un poco irregular para una conducción informal), Individual y Wet (que no llegamos a utilizar). Si bien el DB12 actualmente no ofrece un V12, y los incondicionales del motor grande y más genuino de Aston han perdido su distintivo canturreo, el V8 en el DB12 suena realmente bien. También obtiene un aumento de potencia gracias a turbos más grandes, nuevos perfiles de levas y una mejor refrigeración, lo que da como resultado 680 CV y 800 Nm. Aston dice que el Volante corre hasta los 100 km/h un pelo más lento que el cupé de aproximadamente 113 kg más liviano (3,7 segundos frente a sus 3,4 segundos) y alcanza un máximo de 325 km/h, una velocidad a la que probablemente querrás (y necesitarás) tener la capota puesta.
Puedes gestionar las marchas con las levas de aluminio tras el grueso volante, o bien dejar que la transmisión automática ZF de ocho velocidades se encargue de los cambios, lo que hará con rápidas bajadas de marcha y subidas a altas revoluciones. Descubrimos que esos cambios fueron oportunos durante una conducción más agresiva, pero casi cómicamente vigorosos a un ritmo medio, donde el DB12 se mueve con el entusiasmo de un perro de trineo con arnés.
Pero no es necesario, ya que el Aston genera mucho par incluso en marchas más altas. Los cambios respecto al DB11 tanto en cupé como en el Volante incluyen una relación de transmisión final más corta para obtener más respuesta donde la necesitas, mientras que un diferencial trasero electrónico mantiene ambos neumáticos traseros en juego. El DB12 sigue teniendo tracción trasera sin trucos de salón como la dirección en las ruedas traseras algo poco común ya en un gran Gran Turismo, y lo cierto es que no lo echamos de menos. Incluso en las estrechas carreteras de las colinas de Malibú, el Aston permaneció siempre fijo en su carril. No diremos que se conducía como un coche más pequeño, porque no era así, pero hay cierto encanto en un peso pesado que sabe bailar.
Parte del crédito por la estabilidad en las curvas del Volante se debe sin duda a su chasis de aluminio adherido con puntos de montaje rígidos para la suspensión trasera y refuerzos transversales adicionales, mientras que los nuevos amortiguadores adaptativos y los resortes traseros reajustados suavizan los baches y demás irregularidades de la carretera. La dirección asistida eléctrica responde rápidamente a nuestras órdenes y ofrece el peso suficiente para adaptarse al coche. Los neumáticos de verano Michelin Pilot Sport S5 se ejercitaron durante nuestro viaje en mojado, pero el Volante se deslizó de forma divertida mientras sorteábamos piedras caídas en las colinas. Nuestro modelo de prueba tenía frenos de disco cerámicos de carbono (opcionales), además de pinzas acabadas en bronce (también en opción). Son dos complementos que por sí solos elevan el coste más de 15.000 euros, pero ahorran casi 27 kg de peso no suspendido en comparación con los frenos estándar y permitían detener nuestro avance con gran confianza.
De regreso a la carretera principal, y en uno de los pocos lugares soleados, tuvimos la oportunidad de admirar su interior. Aston ofrece una increíble cantidad de opciones de personalización. Su configurador te permitirá comparar puntadas decorativas en un arco iris de combinaciones cromáticas. El cuero color crema y azul marino de nuestra unidad con adornos de madera oscura le dieron al Volante un estilo similar al de un yate bien combinado con sus características de conducción propias de una lancha motora. El Volante está disponible opcionalmente con unos asientos deportivos de fibra de carbono con un aspecto más agresivo, pero ¿Por qué arruinar el Gran Turismo perfecto con asientos rígidos? Los asientos estándar no solo se ven y huelen genial, con su diseño de cuero con costuras de diamantes y suaves refuerzos, sino que también están bien acolchados con calefacción estándar y ventilación disponible, elementos imprescindibles para conducir en lugares con climas complicados. Los asientos traseros, por su parte, son más para pertenencias que para seres queridos.
Pero seguramente el principal titular de este nuevo DB12 aquí, tanto para el cupé como para el convertible, es un nuevo sistema de infoentretenimiento. Ya no es uno heredado de Mercedes heredado, su pantalla táctil de 10,3 pulgadas alberga el primer software propio de Aston Martin, y funciona bastante bien. Tiene algunos trucos interesantes, como una función de pantalla dividida y una vista de cámara giratoria. La instrumentación es digital, y cambia su color con la selección del modo de conducción, aunque es prácticamente imposible de ver con la capota bajada. Problemas de los convertibles. De vuelta en la pantalla táctil, la conexión con el smartphon es directamente inalámbrica y hay una base de carga escondida debajo de la consola para que puedas poner tu teléfono allí y olvidarlo durante tres días. También hay botones físicos y bien acabados para funcioens como el sonido del escape, el volumen del sonido para el equipo de música opcional con 15 altavoces de Bowers & Wilkins y el control del climatizador.
Con un precio que arranca en 246.537 euros, pero que asciende en nuestra unidad, con todos sus opcionales incluídos, en 320.803 euros, el DB12 no tiene nada de económico, pero si quieres un convertible barato, compra un Mustang que haya sido de alquiler. El DB12 Volante es para un comprador que se fija en cada detalle, con una experiencia de conducción que combina la carrocería tradicional con la justa y necesaria cantidad de comodidad de los coches modernos.
