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El primer SUV coupé de Volkswagen se ha instalado en el segmento más de moda de nuestro mercado, el denominado B-SUV y lo ha hecho para ofrecer un extra de estilo pero también de dinamismo y calidad general en la categoría. Estas son, sobre el papel, las principales características del nuevo Taigo que se ofrece solo con tres motorizaciones de gasolina: dos 1.0 TSI con 95 y 110 caballos de potencia y ésta 1.5 TSI con 150 caballos y cambio DSG de serie, la más rápida y también la más deportiva, pues solo se ofrece con el acabado R-Line. Nada mejor para realizar una análisis exhaustivo sobre esta versión para ver cuánto da de sí realmente el nuevo VW Taigo, ¿verdad? ¡Dentro prueba!
El Volkswagen Taigo no es SUV más
El nuevo Taigo alcanza los 4,27 metros de longitud y su chasis presenta una distancia entre ejes amplia, de 2,57 metros. Mide 1,76 metros de ancho pero su silueta tipo coupé le permite conformarse con 1,52 metros de altura. Así tenemos un coche siete y seis centímetros más bajo que un T-Cross y un T-Roc, respectivamente, pero curiosamente ¡más largo que ambos! Hasta 15 centímetros mayor que el primero y tres respecto al segundo.
Estas amplias cotas se dejan sentir a nivel de habitabilidad y maletero, pues ofrece tres plazas traseras, las dos laterales muy cómodas y un espacio de carga muy amplio y regular: con 440 litros de si aprovechamos su doble fondo y con hasta 1.222 si abatimos también los respaldos de los asientos traseros. Pero de todos modos, donde más se disfruta el Taigo es al volante.
Al volante del nuevo Taigo
El Volkswagen Taigo ofrece el típico puesto de conducción de la marca alemana que hace que te sientas cómodo en él desde el primer momento. Basta con realizar un par de ajustes en el asiento y el volante (regulable en altura y profundidad) para encontrar tu postura perfecta. Además, la visibilidad general, tanto delantera como lateral es muy buena y eso que no hablamos del típico puesto elevado de un SUV como por ejemplo el Toyota Yaris Cross. La altura de los asientos del Taigo es más similar a la de un turismo, pero la disposición de los mandos es muy buena.
Bien acomodados en el asiento del conductor, gobernamos la carretera sin mayor inconveniente que la visibilidad posterior, siempre limitada en este tipo de coches con estilo coupé debido a que la luneta va en una posición alta y además es bastante corta y tendida. Por suerte, los espejos retrovisores exteriores son grandes y ofrecen una buena visión de la carretera en marcha y para maniobrar en ciudad, tenemos la cámara trasera de serie en esta versión del Taigo.
Entre los puntos más fuertes del interior del Taigo destacamos la sensación de amplitud que tenemos en sus plazas delanteras, un nivel de insonorización general muy bueno (solo a la altura de los retrovisores se cuela algún ruido a altas velocidades) y la calidad general de los materiales y ajustes, sobre todo en la parte superior del salpicadero. En este sentido, enseguida percibimos que estamos probando un coche que ofrece sensaciones propias de un segmento superior. De hecho, tiene poco o nada que envidiarle a un T-Roc con idéntico nivel de motorización y acabado.
Buenos detalles de ergonomía
A nivel de ergonomía lo que más me ha gustado es el volante multifunción, muy completo pero con teclas físicas en lugar de los mandos táctiles tan de moda en el grupo Volkswagen en particular y en el mundo del automóvil en general. Precisamente, éstos están presentes en el climatizador pero éste está bien separado de la pantalla central en un módulo independiente, de modo que no tardas nada en echar mano de él cuando lo necesitas y así te adaptas a su funcionamiento muy rápido.
La pantalla ofrece una gran resolución y un manejo muy fluido, si bien se encuentra integrada en el salpicadero lo que hace que quede muy a mano para manejarla, pero nos obliga a retirar más la vista de la carretera de lo que nos gustaría, cuando tenemos que prestarle atención. Por el contrario, el cuadro de mandos digital es muy amplio, de 10,2 pulgadas en esta versión, y ofrece una lectura intachable.
A medida que se van sucediendo los kilómetros en diferentes tipos de carretera, no tardamos en confirmar que el Volkswagen Taigo ofrece un comportamiento general claramente superior al de sus rivales directos y propio de un modelo de una clase más alta. En vías rápidas es muy cómodo, marcha bien aplomado y transmite confianza al volante en todo momento y cuando la carretera comienza a torcerse, no tardamos en apreciar el toque deportivo que ofrece esta versión que manejamos, la 1.5 TSI 150 DSG R-Line.
Bien acomodados en los asientos con mayor sujeción lateral de este Taigo, enlazamos curvas consecutivas con precisión gracias a una dirección rápida y comunicativa. De igual modo la suspensión se muestra eficaz a la hora de contener los balanceos de la carrocería, de modo que estamos ante un coche fácil de guiar a ritmo rápido y con el que disfrutar en un puerto de montaña. Por cierto, se nota una clara diferencia entre esta versión y el Taigo de serie, sobre todo por los neumáticos deportivos que incorpora –Hankook Ventus Prime 3 215/45 R18– pero también por el ajuste de algunos elementos de la suspensión que la marca no ha detallado, pero que hacen que ésta se perciba más firme.
Si forzamos sus límites, el Taigo TSI 150 R-Line no tarda en presentar una tendencia al subviraje clara y previsible, que nos ayuda a contener en parte el diferencial electrónico XDS, interviniendo en el ABS de los frenos de cada rueda delantera para restarle empuje a la rueda que está empezando a perder motricidad. Este aspecto es importante tenerlo en cuenta, pues aunque los frenos tienen buen tacto y potencia de sobra para contener los 1.304 kilos de este SUV pueden sufrir de fatiga por el efecto del XDS si realizamos una conducción muy agresiva.
Un alegre motor de gasolina
Respecto al motor, ofrece un buen empuje desde abajo, algo que caracteriza a los motores turbo de gasolina y baja cilindra actuales, pero además, al ser un cuatro cilindros, presenta también un funcionamiento refinado y se reserva para la gama final de revoluciones –entre las 5.000 y las 6.000 vueltas– un buen empuje extra y un sonido muy estimulante que se filtra claramente al habitáculo. Si a esto le añadimos el rápido funcionamiento del cambio DSG, disponible desde unas levas del volante pequeñas pero bien situadas y fáciles de manejar, tenemos claro desde el primer momento, que el Taigo es un coche con el que ir rápido sin desconfiar y realizando una conducción muy divertida.
En esta variante que es la que hemos podido analizar más a fondo y la que protagoniza nuestra primera videoprueba del Taigo, no hay duda: estamos ante un SUV de corte deportivo con el que pasar buenos ratos en carretera. Además, es eficiente pues su consumo oficial WLTP se sitúa en los 6,1 litros a los 100 kilómetros y eso que pasa de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y alcanza una velocidad punta de 212 km/h; prestaciones elevadas comparadas con las de sus rivales directos.
Nuestras valoraciones
El Volkswagen Taigo definitivamente ha llegado para posicionarse entre los coches con mejor nivel de calidad general y equipamiento de su categoría y a buen seguro, también para robar muchas ventas a los vehículos del segmento superior, ya sean compactos tradicionales como el Seat León o el VW Golf o SUV como los Volkswagen T-Roc, Seat Ateca o Skoda Karoq, por citar ejemplos del mismo grupo. De hecho, su precio ya da buenas pistas de todo lo que puede ofrecer, pues está en sintonía con el de sus alternativas más completas.
Para hacerte con este Volkswagen Taigo 1.5 TSI 150 DSG R-Line tendrás que abonar al menos los 31.800 euros que cuesta de entrada pero si añades los 790 del pack Hola Confort –asientos delanteros calefactados, cargador inalámbrico para smartphones y equipo de sonido Beats con 300 watios de potencia– y los 1.075 del pack Hola Seguridad –Front Assist con protección proactiva de ocupantes, Park Assist y Side Assist, te irás a 33.665 euros. Es un importe considerable pero a cambio, te llevarás con moderno SUV con el extra de dinamismo que promete su diseño y que desde luego, te concede su mecánica.
A favor: Dinamismo, confort en marcha, grupo propulsor 1.5 TSI DSG
En contra: Equipamiento opcional amplio. Visibilidad posterior. Precio.
