Si hay un concepto realmente manido en el mundo del automóvil es el de la deportividad. Aquí lo tenemos claro y por ello hemos elegido a los tres candidatos más interesantes de la actualidad, una mezcla un tanto extraña pues nuestro trío de opciones al mejor deportivo razonable del mercado presenta formas bien diferenciadas ya que estamos ante un crossover, un compacto de cinco puertas y un 2+2, así que conviene tener claro qué tipo de coche estamos buscando. El Cupra Formentor se nos presenta como la opción más práctica y racional, ideal para viajar en compañía a ritmos elevados, mientras que el Toyota GR86 representa todo lo contrario, una compra puramente emotiva que prioriza las sensaciones al volante por encima de todo. En cuanto al Honda Civic Type R digamos que es la mezcla perfecta entre ambos, con la practicidad del primero y la deportividad del segundo.

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Christian Colmenero//Car and Driver

Su imagen es muy deportiva, con elementos como el generoso alerón trasero y sus inconfundibles tres salidas de escape. Es un coche realmente llamativo que también destaca por su anchura y un interior que apuesta por el rojo para cubrir toda la mitad inferior del habitáculo, con un puesto de conducción algo más elevado de lo que nos gustaría, lo cual nos recuerda a las glorias japonesas de los 90. El Formentor VZ llega con una variante Tribe Edition que le otorga unas llantas exclusivas, una tonalidad gris Cliff y sus diferentes elementos de diseño en negro mate. De puertas para dentro echamos de menos unos mandos físicos para el climatizador y un sistema multimedia algo más fluido. En cuanto al deportivo japonés, su baja altura y sus líneas harán que cualquiera se de la vuelta para contemplar su atractiva imagen. Aquí sí encontramos botones de los de toda la vida e incluso un freno de mano tradicional, con un puesto de conducción brillante que nos permite ir con las piernas bien estiradas.

Cupra Formentor VZ vs. Honda Civic Type R vs. Toyota GR86 - fotos
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Hora de ponerlos a prueba

A la hora de conducir estos tres aparatos notamos un comportamiento bien diferenciado pues cada uno presenta una configuración mecánica distinta a la del resto, y eso condiciona la forma de adaptarse a la carretera. Comencemos por el modelo español. Cuando te subes al Cupra Formentor te llama la atención su puesto de conducción, con una clara vista de su alargado capó, un y prácticamente sin ningún botón físico a nuestro alrededor, por lo que toda la atención cae sobre su achatado volante y esos satélites que nos permiten variar el modo de conducción deseado. Aquí podemos modificar la respuesta del propulsor, el cambio, la dureza de la dirección, el sonido del escape o la firmeza de la suspensión, lo que le aporta una gran versatilidad al coche. Puede ser perfectamente válido para el día a día o ser un arma de combate para las carreteras de montaña gracias a un chasis brillante que no sucumbe ante el torrente de energía que emana de su motor turboalimentado, apoyado en un sistema de tracción integral ideal para transmitir con un grado de eficacia muy elevado toda la potencia al asfalto. Digamos que es un coche que nos lo pone muy fácil, uno con el que se puede circular a ritmos muy elevados sin esfuerzo, con la sensación de tener todo bajo control en todo momento.

El Toyota lleva las sensaciones al volante un paso más allá.
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Christian Colmenero//Car and Driver

En el Honda se experimenta un gran cambio: el conductor está muchísimo más implicado en la conducción. Sencillamente, es una delicia conducirlo, aunque la pérdida de confort con respecto al Cupra es notable. Aquí el tren delantero es el encargado de digerir toda la energía procedente de un motor que empuja con mucho brío pasadas las 2.500 vueltas, apoyado en un diferencial autoblocante que permite al compacto japonés devorar los tramos revirados al brindarle una motricidad a la salida de los giros brillante. Cambiar de marcha es una gozada: su transmisión manual es una bendición, con un tacto delicioso que te invita a usar el cambio constantemente, pero no solo brilla este elemento sino también una dirección llena de información que es la responsable de la instantaneidad del tren delantero para inscribirse en las curvas. Esa destreza para devorar los giros también se debe a una puesta a punto del chasis excepcional, sin rastro de subviraje y con un tren trasero al que le encanta moverse cuando le toca, ayudando a redondear la trayectoria de un modo de lo más gratificante. Es tan divertido que muchas veces entras pasado a propósito para después levantar el pie del acelerador en pleno apoyo y sentir como el ’culo’ se descuelga sin pensárselo dos veces.

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Christian Colmenero//Car and Driver

El Toyota, por su condición de motor delantero, cambio manual y tracción trasera, lleva las sensaciones al volante un paso más allá. Es un coche analógico en pleno 2023, uno que te transporta a otra era en la que el conductor no paraba de recibir estímulos por todas partes, siendo la máquina una prolongación suya. Vale que sus asientos recogen menos el cuerpo que los del Civic, su dirección no es tan rápida como la de sus rivales y la incisividad para entrar en las curvas menos acusada, pero tiene una agilidad inherente y una capacidad para castigar los errores del conductor que te obliga a estar atento constantemente. Su tren trasero está muy vivo, con muchas ganas de derrapar en cuanto aceleres o seas más brusco de la cuenta, con unas ayudas electrónicas que se pueden desconectar por completo pudiendo sacar a relucir todas tus dotes al volante, ya sean buenas o malas. El GR86 es un deportivo puro, un coche que no te cansas de conducir por pura diversión y con el que poder perfeccionar tus habilidades de conducción, especialmente en circuito ya que gracias al paquete Circuit ya viene preparado para darlo todo sobre la pista. Es cierto que su motor no es tan vigoroso como el de sus rivales, pero sube de vueltas mucho más rápido que el de estos y su melodía cuando acaricia las 7.000 rpm es una gozada, ofreciendo una respuesta a bajo y medio régimen mucho más contundente que la de su antecesor, así que esas voces que se quejaban de ello ya no tendrán nada que reprocharle a un conjunto de lo más juguetón.

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Christian Colmenero//Car and Driver

Ficha técnica de los Cupra Formentor VZ, Honda Civic Type R y Toyota GR86

  • Longitud: 4,45 / 4,59 / 4,26 metros
  • Anchura: 1,83 / 1,89 / 1,77 metros
  • Altura: 1,51 / 1,40 / 1,31 metros
  • Batalla: 2,68 / 2,73 / 2,57 metros
  • Peso: 1.644 / 1.429 / 1.339 kilos
  • Maletero: 420 - 1.475 / 410 - 1.212 / 226 litros
  • Motorización: gasolina 2.0 de 310 CV y 400 Nm / gasolina 2.0 de 329 CV y 420 Nm / gasolina bóxer 2.4 de 234 CV y 250 Nm
  • Transmisión: automática de siete velocidades / manual de seis marchas / manual de seis marchas
  • Frenos: discos ventilados de 340 y 310 mm / discos ventilados de 350 y 305 mm / discos ventilados de 294 y 290 mm (350 mm delante con el pack Circuit)
  • Neumáticos: 245/40 R19 / 265/30 R19 / 215/45 R17
  • Aceleración (0-100 km/h): 4,9 / 5,4 / 6,3 segundos
  • Velocidad máxima: 250 / 275 / 226 km/h
  • Consumo de combustible: 8,5 / 8,2 / 8,7 l/100 km
  • Emisiones de CO2: 192 / 186 / 198 g/km
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El Toyota, el más sencillo

Cuando hablamos del equipamiento el mejor dotado es el modelo español pues dispone de un mayor número de ayudas a la conducción, tales como el asistente de aparcamiento automático, el control de crucero con función Stop&Go y la frenada automática de emergencia, además de contar con climatizador de tres zonas, unos baquet que recogen el cuerpo a la perfección, faros led, lunas tintadas y llantas de 19 pulgadas. El pequeño 2+2 se sitúa en el lado opuesto ya que su dotación es mucho más limitada hasta el punto de que no dispone de navegador, ni siquiera de forma opcional. Eso sí, al contar con el pack Circuit, presume de unos frenos delanteros con discos rayados y pinzas AP Racing de seis pistones, latiguillos metálicos, pastillas deportivas, llantas forjadas Braid de 18 pulgadas y unos neumáticos semi-slick Michelin Pilot Sport Cup 2, elementos inéditos en sus rivales. Al Type R no le falta de nada. Tienes lo necesario en términos de ayudas a la conducción gracias al sistema Honda Sensing, a lo que se añaden sus baquet de color rojo, la aplicación Honda LogR con datos en tiempo real sobre la conducción y el motor, además de una pantalla táctil de 9 pulgadas y un sistema multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos.

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Toca elegir

Si me tuviera que quedar con uno de estos tres aparatos, probablemente, me llevaría el Civic Type R para casa. Como decíamos al comienzo, es un coche que combina la practicidad del Cupra Formentor VZ con las sensaciones deportivas del Toyota GR86. Es una máquina que alcanza un grado de excelencia muy alto gracias a la puesta a punto de su chasis, un motor lleno de rabia y un cambio de marchas delicioso, en un formato que te permite disfrutar de todo ello en compañía de los tuyos y con un maletero bastante capaz en el que cargar diferentes maletas para emprender un viaje cargado de adrenalina. Los 54.850 euros desde los que parte esta nueva generación representan un importante incremento respecto a su antecesor, siendo el más caro del trío ya que el modelo español arranca en los 50.980 euros, por los 34.900 del deportivo japonés. Dicho esto, quien pueda permitírselo nunca se arrepentirá de su decisión.

A favor del Cupra Formentor VZ: Practicidad, motricidad, eficacia en curva, suspensión adaptativa, sonido del escape.
En contra del Cupra Formentor VZ: Sensaciones deportivas inferiores a las de sus rivales, dirección poco comunicativa, mandos táctiles para el climatizador.
A favor del Honda Civic Type R: Imagen deportiva, sensaciones al volante, tacto del cambio manual, chasis.
En contra del Honda Civic Type R: sonido del escape, precio elevado.
A favor del Toyota GR86: Sensaciones deportivas, concepto, motor atmosférico, pack Circuit.
En contra del Toyota GR86: Producción limitada, equipamiento, plazas traseras testimoniales.