Carlos Sainz Jr fue el primero en estrenar un STR11 que fue de incógnito en el Circuit de Barcelona-Catalunya, sin patrocinadores ni logos ni colores salvo una base azul oscura. Después de rodar 55 vueltas, problemas con el cambio le dejaron fuera de la sesión cuando restaban casi 3 horas.

Sin adentrarse en hablar de sus impresiones después de la primera jornada de test de pre-temporada 2016, el madrileño quiso agradecer la velocidad con la cual el equipo se habituó al cambió de motor, en el cual la Scuderia Ferrari también ha ayudado para que todo salga bien.

"Antes que nada, ha sido un éxito poder estar aquí. El equipo decidió montar motor Ferrari y el acuerdo llegó tardísimo, así que estar hoy aquí es un hito heroico para Toro Rosso. Ha sido una ilusión tremenda para todos
vernos en pista a las nueve de hoy después del 'trabajazo' que han hecho. La decisión se tomó en diciembre y en dos meses han adaptado todo. Muy contento por haber dado las primeras vueltas, por haber sido el primero en estrenarlo. Y 55 vueltas, que es mi número, así que todo son buenas sensaciones", explicaba Sainz.

"El coche es una evolución del STR10. De momento, lo que más he notado obviamente ha sido el motor, porque el resto del coche es muy similar a lo que llevábamos el año pasado. He de decir que la gente de Ferrari nos ha ayudado mucho estos dos meses también para llegar a tiempo y poner todo junto para que este test fuese posible. Desde el minuto uno, también por ser italianos todos, se nota que hay buen feeling en todo el equipo. De momento sólo puedo decir cosas positivas: algo más de potencia, una buena relación con ellos, nos han ayudado, todo ha ido a la perfección por su parte, así que muy contentos", seguía.

En cuanto al test en sí, en su primera toma de contacto con un asfalto en 2016, Sainz se contenta con la cantidad de vueltas completadas en Barcelona pese a haber perdido muchas horas por problemas mecánicos. Pero él sabe que a partir de ahora solo mejoraran las cosas en el STR11.

"Lo ideal hubiese sido rodar más, pero con lo apretados que llegábamos, lo normal es que tuviésemos algún problemilla, que es lo que ha pasado hoy. A partir de aquí ya empezaremos a crecer, a dar más vueltas cada día. Las ciento y pico de Mercedes quedan lejos aún, pero no somos comparables con ellos. Si lo pones frente a los equipos con los que luchamos, estamos muy cercanos", dijo el español en zona mixta.

"Lo bueno es que hay más potencia y, además, todo es mucho más simple. Es un buen paso, lo que esperábamos. Por lo menos a mí me lo parece. El manejo es bueno. Hay menos cambios que hacer en el volante, todo trabaja un poco más automáticamente en el motor, no hace falta que el piloto tenga tanta
intervención. Y eso ayuda, porque nos cortan todas las comunicaciones de radio para la gestión de las baterías y el consumo de gasolina, y al final el motor Ferrari te ayuda en eso", agregó.

Por las prisas, o por alguna otra razón, Toro Rosso no tiene un plan fijado para seguir al pie de la letra durante estas dos semanas de entrenamientos oficiales en Montmeló, según confirma el piloto español. "Va a ser un poco una improvisación. Había que ver cuántas vueltas podíamos dar hoy, y ahora ya hemos visto en qué podemos trabajar. Improvisaremos un poco el resto de los tres días. Para que os hagáis una idea, como el coche no es el 100% ni mucho menos de lo que vamos a llevar en la primera carrera, el objetivo es dar vueltas y vueltas. En la segunda semana ya habrá que buscar algo más la puesta a punto óptima e ir a por el tiempo,
mejorar un poco", confirmó al acabar el primer día de tests.

No obstante la anarquía de la pretemporada, los de Faenza tienen muy claro el objetivo para el final de la temporada de 2016, y no es otro que estar en el Top 5, un objetivo muy ambicioso pero posible con más velocidad punta gracias a la nueva unidad de potencia.

"El equipo siempre se ha marcado el objetivo de ser quintos en el Campeonato de Constructores, así que hay que compararnos con ellos. Ferrari y Mercedes van a estar en otra liga, y ojalá podamos estar entre esos cinco primeros equipos, pero hasta la clasificación de Australia no sabes realmente dónde estás", citaba.

"El objetivo personal, también dependerá de la primera carrera. Si estamos entre los ocho primeros, eso es lo que querremos para todas las carreras, y lograr el mayor número posible de puntos. Si el coche está para estar entre los primeros 14, pues habrá que situarlo como objetivo, y sacar el máximo rendimiento del coche siempre", matizaba el ex campeón de las WSR 3.5.

"Primero tener menos problemas de fiabilidad, acabar más carreras que el año pasado pude acabar poquitas. Sólo con eso y un año más de experiencia voy a dar un paso adelante importante. Paciencia y veamos cómo vamos en Australia. Allí os diré dónde puedo estar más o menos en cada tipo de circuito. Me tenéis que dar un poco de tiempo para daros objetivos", ironizaba.

Pero, ¿cómo estarán situados los equipos rivales de Toro Rosso en este nuevo año? Por mini categorías según presume Sainz, aunque el madrileño no espera que haya batalla real entre Red Bull y Toro Rosso como vimos en 2015, al menos no una batalla entre verdaderos rivales.

"Después de Ferrari y McLaren, creo que debería haber otro nivel que es el de Red Bull y Williams, equipos que deberían estar por delante de nosotros. Y luego habría otro nivel que sería el nuestro. Creo que no puedes comparar a Toro Rosso con Red Bull", indicaba Sainz.

"Me imagino que será también una forma de quitarse algo de presión. Que todo el mundo diga ahora que van a ir mal y luego llegan a Australia y los equipos grandes siempre sacan un extra", decía Sainz metiendo presión a los 'grandes'.

¿Tanto ha perjudicado el desarrollo del nuevo auto el decidir tan tarde qué unidad de potencia utilizarían?: "Sí, ha habido que comprometer ciertos elementos, la aerodinámica, la puesta a punto, piezas que aún no están hoy aquí. Así que por eso es tan bonito estar hoy aquí, hace dos meses pensábamos que esto probablemente no
iba a suceder", reconoció Sainz en Barcelona.

Pero más aún, no solo el decidir tarde puede comprometer la velocidad del Toro Rosso, sino que también el usar un motor Ferrari pero con especificación de 2015 no evolucionado en pre-temporada. "Mi opinión es que debería lastrar nuestro rendimiento durante la temporada. El año pasado vimos cómo los motores punteros se desarrollaban durante el año, así que deberíamos caer hacia atrás durante el año. Pero en fiabilidad debería ayudar llevar un motor que ya tiene un año y hará otro año. Con suerte, una cosa compensará la otra. En puntos no sé cómo se traducirá, pero desde luego tenemos que aprovechar la primera mitad de la temporada para lograr los mejores resultados", concluye Sainz.