Bernie Ecclestone tiene claro que seguirá al frente de la Fórmula 1. A sus 84 años, el magnate británico no quiere abandonar el negocio en el que vuelca cada día todo su ser. Tras dejar atrás el caso Gribkowsky, está decidido a seguir llevando el Gran Circo el resto de su vida.

"No quiero irme de algo en lo que he estado metido todos estos años. En estos momentos, con nuestros accionistas no hay ningún problema y más o menos llevo las cosas como si fuera mi empresa. Así que está bien", asegura Ecclestone para el periodic New York Times.

No obstante, Ecclestone no está contento con el proceso de toma de decisiones en el deporte. Bernie admite que le gustaría cambiar muchas de las reglas del Gran Circo, pero cree que lo que paraliza esta 'revolución' es el actual presidente de la FIA, Jean Todt.

"Jean y yo, si él quisiese, podríamos decir cuáles son las reglas y que se olvidasen de los equipos y de todo. Estas son las reglas, si queréis seguir en el Campeonato, estas son las reglas. Pero Jean no quiere caer mal a nadie. Quiere que todo el mundo esté contento y de acuerdo", añade Bernie.

La dictadura que reinaba con Ecclestone y Mosley al frente ha sido reemplazada por democracia, algo que no le gusta nada al británico. "Hemos permitido que esto ocurra, nunca debíamos haberlo hecho. Supongo que lamento que perdiésemos a Max. No hay nada malo en el señor Todt. Porque, seamos justos, no hace nada en la F1, no interfiere así que no causa problemas", finaliza Ecclestone.