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El Citroën C5 X No es un familiar, tampoco es un SUV y por supuesto no es un tradicional cinco puertas de alta gama, porque tiene un poco de todo. Si repasamos la historia de Citroën en el segmento de sus modelos más representativos vemos que el nuevo C5 X tiene un poco de todos y a la vez una nueva personalidad que se adapta a los gustos de un mercado cada vez más cambiante, no solo en tecnología, también en preferencias estéticas.
A lo largo de estas casi nueve décadas Citroën ha huido siempre del tradicional esquema de carrocería de tres cuerpos, con el maletero separado, para sus berlinas más representativas y todas han integrado el espacio de carga en la silueta de la carrocería. El C5 X va un paso más allá y muestra unas líneas similares a las de un “shooting brake” con un amplio portón trasero pero a la vez con una caída trasera que le da un aire casi de coupé de cinco puertas. En el interior la instrumentación digital nos trae a la memoria aquellos innovadores cuadros de instrumentos del DS y el CX que se adelantaron a su tiempo por su forma de mostrar la información. Los magníficos asientos del C5 X recuerdan a aquellos del CX que sorprendieron en 1975 por su extraordinario confort, al igual que su excelente insonorización interior, otro factor que siempre ha sido distintivo en todos sus antecesores.
Aunque un signo distintivo de todas las berlinas de representación de Citroën desde el DS ha sido la suspensión hidroneumática con altura regulable, el C5 X no cuenta con este elemento ya desaparecido de la marca. Pero esa proverbial comodidad está asegurada gracias al sistema de amortiguadores hidráulicos activos que se denomina Advanced Comfort Active Suspension y que va asociada a los diferentes modos de conducción para regular su dureza. Pero lo que diferencia al C5 X de sus posibles rivales es su distancia libre al suelo, nada menos que 19,5 centímetros, muy similar e incluso superior a la de algunos SUV. Esto le proporciona dos ventajas, primero un acceso a su interior mucho más fácil que en un turismo tradicional e incluso que en algunos SUV, y la segunda la posibilidad de circular por carreteras y pistas algo más deterioradas sin miedo a dañar los bajos.
Una nueva definición de cómo debe ser un modelo de alta gama dentro de Citroën, diferente, adaptado a los nuevos tiempos y sin perder de vista todo aquello que ha hecho a los vehículos de la marca referentes en comodidad y originalidad, añadiendo el toque de funcionalidad y carácter lúdico que se espera de un coche moderno. Sin olvidar la tecnología, gracias a su sistema híbrido enchufable o elementos como su enorme Head Up Display y sus 23 sistemas de ayuda a la conducción.
Citroën C5 X, sus antecesores
Citroën Traction Avant
Lanzado en 1934 este modelo era un compendio de innovaciones técnicas, como su construcción monocasco, con carrocería y chasis en un solo elemento y la tracción delantera. En los últimos años de su vida comercial incorporó la suspensión hidráulica como antecesora de la que iba a incorporar su sucesor. Estuvo en producción 23 años, con un paréntesis durante la Segunda Guerra Mundial.
Citroën DS
En 1955 el DS revolucionó el mundo del automóvil con su silueta aerodinámica y sus soluciones estéticas y tecnológicas. Incluso ahora casi siete décadas después el mítico "Tiburón" sigue siendo un coche imponente y admirado por su diseño único. La suspensión hidroneumática con altura regulable fue lo más llamativo de su tecnología pero unos años después de su lanzamiento incorporó elementos como los faros direccionales, tan utilizados hoy en día. Se fabricó durante 20 años.
Citroën CX
Tuvo el complicado reto de sustituir en 1975 al emblemático DS y “heredó” algunos detalles de diseño como sus ruedas traseras parcialmente carenadas. La suspensión hidroneumática se mantuvo pero el CX destacó por su salpicadero, con una sorprendente instrumentación y una nueva definición de la ergonomía interior. Los asientos se convirtieron en todo un referente por su extraordinaria comodidad. Las versiones GTI y algunas acertadas campañas publicitarias como la realizada con la modelo, actriz y cantante Grace Jones lo elevaron a la categoría de mito. Estuvo en producción durante 17 años y algunas unidades se fabricaron en la factoría de Vigo.
Citroën XM
Diseñado por Bertone no tuvo el éxito de sus antecesores y solo estuvo en producción 11 años, desde 1989 a 2000. A diferencia del CX que solo tuvo motores de cuatro cilindros, el XM estuvo a la venta con bloques de cuatro y seis cilindros. Incorporó la eficaz suspensión Hidractiva II que ofrecía, además de comodidad, una estabilidad sorprendente a gran velocidad.
Citroën C6
Presentado en 2005 se fabricó durante siete años pero tampoco tuvo el éxito esperado ya que las tendencias del mercado empezaban a ser otras. Además de la comodidad habitual de cualquier Citroën de alta gama, el C6 incorporaba soluciones de seguridad como el capó delantero activo que reducía las lesiones en caso de atropello y hasta nueve airbags. Montaba de serie faros direccionales y Head Up Display, entre otros elementos de equipamiento.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
