En las últimas semanas y meses de pruebas y vídeos el Ferrari F8 Tributo ha demostrado ser un modelo con mucho potencial y una velocidad envidiable. Ya se quedó muy cerca de batir a su gran rival, el McLaren 720S en una drag race reciente, pero ahora ha llegado con ganas de más batalla contra otro auténtico coco de las carreras de aceleración como el Tesla Model S Performance, equipado además con el reciente Cheetah Mode para una aceleración aún más impresionante para convertirse en el Tesla más rápido, al menos hasta que ha llegado el nuevo Model S Plaid. ¿Qué rival podría haber más duro para el último Ferrari con motor V8 central?
Así que una vez más el canal DragTimes ha tomado dos grandes deportivos como estos para comprobar si una vez más el eléctrico vence al superdeportivo de combustión.
Dos veloces conceptos opuestos
Recordemos que el Ferrari F8 Tributo cuenta con un motor V8 de 3.9 litros biturbo con una potencia de 720 CV y un par motor de 770 Nm que está asociado a una transmisión de doble embrague de siete velocidades. Todo ello con un peso de 1.435 kg que le permite firmar un 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos y una velocidad máxima de 340 km/h.
Por contra el Tesla Model S Performance presume del nuevo Cheetah Model que lleva sus prestaciones a unos impresionantes 832 CV con el Launch Mode y con el que puede hacer el 0 a 100 km/h en 2,41 segundos y un cuarto de milla de 10,5 segundos a 206 km/h.
Un triunfo inesperado
Con las cartas sobre la mesa llega la hora de la acción y la salida confirma lo que muchos imaginaban. El Model S Performace, gracias a su potencia y par inmediatos logra salir disparado tomando ventaja respecto a un algo más perezoso F8 Tributo. Sin embargo todo cambia cuando empiezan a coger velocidad porque el nuevo Ferrari consigue recuperarle terreno al Tesla de forma extraordinaria hasta el punto de batir sobradamente al todopoderoso eléctrico con bastante margen.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
