Tal y como ha ido sucediendo con los SUV compactos más vendidos, al Q5 le ha llegado la hora de ‘civilizarse’. Audi, después de lanzar el pequeño Q3 -con versión 2.0 TDI de 143 caballos y tracción delantera incluida-, ha decidido extender este conjunto mecánico a su hermano mayor, en busca de la clientela que tiende a dar un uso más rutero y urbano a su coche. Con este motor y el cambio manual de seis velocidades, el Q5 gasta una media de 5,7 litros/100 kilómetros lo que equivale a unas emisiones de 149 gramos por kilómetro que le permiten ser el segundo modelo de la gama con el nivel impositivo del 4,75% -segundo tramo- junto con el Audi Q5 hybrid quattro, que ofrece unos niveles de 159 g/km, gracias a la tecnología híbrida.
La marca asegura que es un coche perfectamente válido para rodar por caminos en buen estado gracias a sus dimensiones, ángulos de ataque y salida y altura libre al suelo, así como a la configuración del programa de estabilización ESP con modo offroad, o el control electrónico de descensos, sistemas que también puede equipar este Audi Q5 TDI 143 de tracción delantera.
Por otro lado, la renuncia al sistema de tracción total Quattro le ha restado 65 kilos de peso a un Q5 TDI que logra acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 11 segundos y alcanza una velocidad máxima de 192 km/h.
La incorporación de la primera versión con tracción delantera completa la gama del Q5 por abajo y le permite así tener un precio de salida de 35.840 euros, poco menos de 6.000 euros más caro que el nuevo Audi Q3.
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