Si estás pensando en comprarte un coche del denominado segmento B-SUV y valoras que ofrezca buenas prestaciones, un comportamiento dinámico notable y también una relación calidad/precio ajustada, seguramente te hayan llamado la atención nuestros dos modelos: el Ford Puma y el renovado Seat Arona.

Ambos aprovechan dos chasis muy buenos como son los del Fiesta y el Ibiza, respectivamente y además los vamos a analizar con sus motorizaciones más potentes a día de hoy. El Puma que nos acompaña es un 1.0 EcoBoost de tres cilindros pero con 155 caballos y un sistema de hibridación ligera. El Arona por su parte es el 1.5 TSI de 150 caballos con sistema ACT de desactivación de cilindros. Ambos tienen además transmisión de doble embrague, las llamadas Powershift y DSG. ¡Veamos qué nos ofrece cada uno!

Seat Arona o Ford Puma: ¿quién da más?

Completamente renovado este año, el Seat Arona incorpora faros con tecnología led de serie en toda la gama y la grafía manuscrita de su nombre en el portón trasero, que ya incorporan todos los Seat, pero no busques muchas más diferencias en este modelo respecto a su antecesor, porque solo la versión X-Perience añade unos antinieblas encastados en el frontal al estilo del Cupra Formentor, un detalle que se echa en falta en este FR.

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Diego Rueda//Car and Driver

Así, sus dimensiones permanecen invariables en los 4,14 metros de largo por 1,78 de ancho y 1,55 de alto con una batalla de 2,57 metros calcada a la del Seat Ibiza. En cambio, el chasis del Puma sí que ha modificado su distancia entre ejes y el ancho de vías respecto al del Fiesta, del que deriva. Así, la carrocería presenta menos voladizos y alcanza los 4,19 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,54 de alto, con una batalla de 2,59 metros. Es decir, el Ford solo le saca 5 centímetros de largo y 3 de ancho, pero a cambio es 1 centímetro más bajo que el Seat. Son casi calcados.

Interiores con la misma filosofía

De puertas para dentro, las diferencias entre nuestros dos protagonistas son más claras pero ambos comparten una buena presentación interior así como materiales y ajustes agradables a la vista y al tacto.

El Puma nos ofrece un puesto de conducción más elevado, con un volante repleto de mandos físicos, una la pantalla táctil central de ocho pulgadas que resalta en la parte superior del salpicadero y con el módulo climatizador, idéntico al del Fiesta. Eso sí, este SUV añade un cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas muy completo y en el caso de nuestra unidad ST-Line, una tapicería mixta en piel y tela con pespuntes rojos, muy vistosa.

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Car and Driver

El interior del Arona por su parte, ha mejorado en sensación de calidad percibida y ha añadido sutiles detalles de color que le sientan muy bien. Las tomas de ventilación se iluminan en diferentes tonos por la noche. Pero lo mejor de todo es la pantalla central de hasta 9,2 pulgadas, con el sistema Full Link más avanzado del momento, con conectividad total con nuestro móvil sin cables y con un nuevo asistente por voz que responde al comando "Hola, Hola".

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Diego Rueda//Car and Driver

El cuadro de mandos digital también ofrece un buen nivel de información y una resolución elevada, pero lo más destacado del equipamiento es el nuevo asistente de viaje que incluye mantenimiento de carril, avisador de vehículos en el ángulo muerto o un sistema de iluminación activa y que le ha valido el nivel 2 de conducción autónoma a este coche.

Plazas traseras y maleteros: ¡qué bien ajustados!

El acceso a las plazas traseras del Arona es bastante más confortable que el que puede ofrecer un Seat Ibiza o cualquier utilitario similar, sobre todo por la amplitud de sus puertas y su generosa apertura, porque la banqueta está dispuesta en una posición bastante baja lo que nos obliga a agacharnos bastante para acomodarnos en ella. A cambio, la cota de altura es generosa y también tenemos un buen espacio para las piernas y una anchura suficiente a la altura de los hombros para que dos adultos viajen sin problemas. No obstante, se echan de menos detalles de confort como asideros, tomas de ventilación, entradas auxiliares o un reposabrazos.

En el Puma el hueco de la puerta no es tan generoso pero la banqueta es más elevada lo que hace que no haya que agacharse tanto al entrar. A cambio la distancia al techo es bastante más justa y además, en nuestra unidad de pruebas dotada con un techo panorámico dividido en dos partes, este sistema restaba unos centímetros más de altura de modo que yo con mi 1,80, rozaba claramente en el techo. Para las piernas sí que hay un buen espacio sobre todo porque podemos meter bien los pies bajo los asientos y la anchura general se antoja muy similar a la del Arona. Como éste, el Puma tampoco ofrece detrás ni ventilación, ni entradas auxiliares o reposabrazos. Solo añade un cajón portaobjetos en el mueble central. Es decir, da algo más que un Fiesta pero menos que su rival de hoy.

seat arona maletero
Diego Rueda//Car and Driver
ford puma maletero
Diego Rueda//Car and Driver

Los maleteros de ambos revelan que han sido diseñados para algo más que cubrir desplazamientos cotidianos o en ciudad, porque dan mucho de sí. El del Puma puede alcanzar los 456 litros gracias a un profundo hueco denominado Megabox que no incluía nuestra unidad de pruebas, con rueda de repuesto en su lugar. Aún así, sus 401 litros ampliables a 1.161 no están nada mal para un coche de sus cotas. De hecho es un volumen muy similar al del Arona: 400 ampliables a 1.280 litros, y todo ello con una boca de carga más amplia y un umbral más bajo, perfecto para cargar bultos pesados.

Dos pequeños que pisan fuerte el asfalto

El comportamiento general del Puma es tan ágil como puedes esperar en un coche con su estética e incluso, un punto más rápido y preciso gracias a la mecánica que tiene este ST-Line que analizamos. La suspensión se nota muy firme y sujeta la carrocería con eficacia en las zonas de curvas, mientras que la dirección resulta igualmente rápida, ofrece bastante resistencia y resulta precisa. Otro aspecto a tener en cuenta es la escasa visibilidad tanto delantera como posterior del puesto de conducción.

ford puma en carretera, vista frontalpinterest
Diego Rueda//Car and Driver

Así, este Puma tiene en el comportamiento dinámico su baza principal. El funcionamiento del motor 1.0 va en esa misma línea, y su 155 CV se dejan notar desde bajas vueltas gracias a que el rápido cambio Powershift lo mantiene siempre en su régimen óptimo de giro. Incluso, este conjunto puede resultar un poco brusco, pero nunca descafeinado.

seat arona en carretera, vista frontalpinterest
Diego Rueda//Car and Driver

En el Arona por su parte, la visibilidad general es mejor que el Puma y eso que el puesto de conducción no es tan propio de un SUV como el Puma. Aquí nos sentimos solo un poco más altos que en un Ibiza, pero con todos los mandos bien ubicados y un espacio holgado.

El comportamiento general del coche va en esa línea, también es ágil y rápido como el Puma pero claramente más equilibrado. La dirección es precisa en carretera pero muy ligera para maniobrar en ciudad y la suspensión aunque se siente firme, filtra mejor las irregularidades del terreno cuando éste se vuelve más abrupto. El motor 1.5 TSI es más fino –se nota que es un cuatro cilindros– y hace que el cambio DSG resulte más suave que el del Ford, sin que haya gran diferencia entre ambos. En definitiva, tenemos un coche casi tan efectivo como el Puma pero más agradable de conducir, que no dudaría en elegir para irme de viaje.

Las prestaciones oficiales reflejan un 0 a 100 km/h en 9 segundos y una velocidad punta de 205 km/h para el Puma, superado en este apartado por un Arona que se vale de su motor 1.5 para alcanzar los 100 km/h en 8,2 segundos y elevar la velocidad punta hasta los 210 km/h. Además, a nivel de consumos, este TSI de cuatro cilindros con el sistema que desactiva dos de ellos cuando no es necesario su uso, también se demostró más eficiente que el conjunto microhíbrido de Ford, que asocia un tricilíndrico a un pequeño motor eléctrico adicional. El gasto medio obtenido durante nuestra prueba fue de 7 litros exactos en el Arona y 7,7 en su rival.

Seat Arona VS. Ford Puma: Precio y valoraciones

Seat Arona y Ford Puma han demostrado que son dos de los mejores coches de su categoría. Ambos destacan por ofrecer un buen comportamiento dinámico, un espacio interior más amplio y mejor acondicionado que el de cualquier utilitario y un equipamiento amplio y una relación calidad/precio muy interesante –que no idéntica–.

seat arona
Diego Rueda//Car and Driver
ford puma
Diego Rueda//Car and Driver

El Arona FR probado está disponible desde los 27.580 euros mientras que el Puma ST Line se planta en los 25.080. Es decir, entre los dos coches analizados hay 2.500 euros se diferencia en contra del Arona que no están totalmente justificados. Es verdad que el Seat ofrece un comportamiento más equilibrado, una mecánica más eficiente y un interior un punto más práctico y mejor equipado tras su último restyling. Así la balanza se equilibra bastante así que ahora la decisión es tuya.

Seat Arona 1.5 TSI 150 cv DSG
  • A favor: Chasis. Conjunto motor-cambio. Interior práctico. Equipamiento.
  • En contra: Estética conservadora. Precio de la unidad probada.
Ford Puma 1.0 EcoBoost 155 CV MEV Powershift
  • A favor: Estética general exterior e interior. Dinamismo. Respuesta al acelerador.
  • En contra: Consumos algo elevados. Visibilidad. Habitabilidad posterior