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No son muchos los SUV deportivos que uno puede encontrarse en el mercado, por lo que cada vez que te subes a una de estas rarezas experimentas sensaciones diferentes, gratificantes e inusuales en vehículos de características semejantes. Es como si estuvieras en máquinas con un tacto directo y preciso, de esas que de verdad te apetece conducir, solo que la conducción se disfruta desde una mayor altura, con una perspectiva diferente. El Porsche Macan GTS y el BMW X4 M pertenecen a este reducido grupo, siendo dos armas muy capaces cargadas de atributos para sacarle una sonrisa a la persona que se ponga a sus mandos.
Estética y medidas
Estos dos SUV son fácilmente reconocibles, especialmente el BMW, ya que cuentan con una serie de elementos que les permiten diferenciarse del resto de versiones. El Porsche, si no lo escuchas, pasa más desapercibido ya que la forma de los paragolpes no cambia, tampoco incorpora entradas de aire adicionales ni siquiera faldones laterales más pronunciados o un difusor específico. Lo que sí añade son unos faros y pilotos oscurecidos, un alerón posterior más grande, llantas de 21 pulgadas, pinzas de freno de color rojo y cuatro salidas de escape de un tamaño considerable. Todo ello con las siglas GTS en la parte inferior del lateral.
BMW X4 M Competition vs. Porsche Macan GTS - fotos
Con el X4 M las cosas son diferentes. Claramente es un coche que pasa menos desapercibido, especialmente si luce el tono rojo anaranjado de nuestra unidad de pruebas (M Toronto Red metalizado). El BMW se siente más corpulento que el Macan, siendo más largo y más alto, con una distancia entre ejes más generosa, aunque la anchura es idéntica en ambos todocaminos: 1,92 metros. Aquí si nos encontramos con unos paragolpes más agresivos, entradas de aire de mayor tamaño, una parrilla específica, faldones laterales más pronunciados y una zaga en la que destacan el difusor, un pequeño spoiler además de las características cuatro salidas de escape de las versiones M. Las llantas también son de 21 pulgadas y las pinzas van pintadas de color azul.
Interior, plazas traseras y maletero
Cuando se trata de hospedar a los ocupantes el Porsche está por encima ya que sus asientos, además de ofrecer un nivel de ajuste superior, son más cómodos sin renunciar a un grado de sujeción lateral sobresaliente. El puesto de conducción también nos gusta más pues te permite integrarte a la perfección en el habitáculo y situarte mucho más bajo que en un X4 M en el que constantemente ves el capó. Además, los materiales elegidos por la firma de Stuttgart exhiben un nivel de calidad superior y lo único que no nos ha convencido tanto son los innumerables botones táctiles que presenta el Macan GTS en su consola central. En este punto, el BMW recurre a una solución más acertada, es decir, unos mandos físicos tradicionales.
A la hora de ofrecernos distintos tipos de información, nos volvemos a quedar con el Porsche. Su cuadro de instrumentos es una maravilla analógica que sitúa el cuentarrevoluciones en el centro, dándole toda la importancia al régimen de giro del motor. Además, cuenta con una esfera a la derecha reservada a los conductores que echan en falta ese toque digital. El sistema multimedia, por su parte, se apoya en una pantalla de 10,9 pulgadas llena de color, brillo y alta resolución, con un manejo realmente fluido y un tacto sobresaliente. La del BMW también ofrece una respuesta destacada y se puede operar desde el mando giratorio ubicado en la consola central.
En lo relativo al espacio, en el X4 M los ocupantes de las plazas delanteras encontrarán una mayor libertad de movimientos, aunque en las traseras la cosa cambia pues uno se siente más cómodo y holgado en el Macan GTS. El hueco disponible para las piernas y la cabeza en este último es mayor, también para los pies, aunque su voluminoso túnel central dificulta la presencia de una persona en la plaza central. En este sentido, si se pretende viajar con tres adultos en la segunda fila de asientos, el BMW es mejor opción. No obstante, el acceso en modelo de Múnich es algo peor ya que nos obliga a agachar más la cabeza debido a la caída del techo y el hueco del que disponemos para acceder a las plazas traseras, más reducido. Ambos disponen de climatización y dos tomas USB-C, aunque los asideros solo hacen acto de presencia en el Porsche.
A la hora de cargar bultos en el maletero, lo haremos más fácilmente en el BMW ya que el plano de carga es más elevado, así como su capacidad con la segunda fila de asientos disponible, siendo de 525 litros por los 458 del Porsche. Eso sí, cuando las plazas traseras se abaten, el volumen del Macan GTS es superior.
Ficha técnica
- Longitud: 4,75 / 4,72 metros
- Anchura: 1,92 metros
- Altura: 1,62 / 1,59 metros
- Batalla: 2,86 / 2,80 metros
- Peso: 2.085 / 2.035 kilos
- Maletero: 525 - 1.430 / 458 - 1.503 litros
- Depósito de combustible: 65 / 75 litros
- Motorización: gasolina, seis cilindros en línea de 3.0 litros, 510 CV / gasolina, V6 de 2.9 litros, 441 CV
- Transmisión: automática de ocho relaciones / automática de siete relaciones
- Neumáticos: 255/40 R21 delante y 265/40 R21 detrás / 265/40 R21 delante y 295/35 R21 detrás
- Aceleración (0-100 km/h): 3,8 / 4,5 segundos
- Velocidad máxima: 250 / 272 km/h
- Consumo de combustible: 10,7 / 11,3 l/100 km
- Emisiones de CO2: 244 / 255 gr/km
- Precios: desde 131.366 / 111.643 euros
Comportamiento
A los mandos del Porsche Macan GTS todo fluye a las mil maravillas. Es un SUV que destaca por su equilibrio, siendo una mezcla perfecta entre una cómoda berlina de tamaño medio con la que poder realizar largos viajes y los trayectos del día a día y un deportivo de respuestas agiles y directas con el que disfrutar los fines de semana. Si tuviéramos que describir a este coche con una sola frase, diríamos que es la definición perfecta del SUV deportivo. Cuesta creer que una máquina que supera las dos toneladas de peso se comporte de esta forma, presumiendo de un chasis bárbaro con el que disfrutar por todo lo alto en una carretera de curvas, especialmente si estas son cerradas. Esta obra de ingeniería te permite entrar pasado, levantar el pie del acelerador en pleno apoyo y sentir como el coche se tira hacia el interior del giro, con el eje trasero deslizando lo justo como para sacarte una sonrisa de oreja a oreja. Es, sencilla y llanamente, adictivo.
Pero claro, te subes al BMW X4 M y te llevas una sorpresa de lo más gratificante. Basta con realizar un par de cambios de dirección repentinos para descubrir un grado de agilidad majestuoso dadas sus proporciones. Es como si llevara un eje trasero direccional, pero sin recurrir a este elemento y todo gracias a un chasis y un diferencial posterior activo cuyo trabajo es encomiable. Además, la dirección es todavía más rápida que la del Porsche, por lo que un simple movimiento de volante hará que el eje delantero salga disparado hacía el interior de las curvas, aunque esta se siente más asistida y menos comunicativa. Eso sí, el tacto del pedal de freno, mucho más artificial que el del Porsche, no está a la altura del conjunto y su suspensión se nota bastante más dura en cualquiera de sus tres configuraciones. Digamos que este coche no es el más adecuado para circular por la ciudad o realizar largos viajes ya sea por su mayor firmeza, la peor maniobrabilidad y visibilidad, así como un nivel de insonorización por debajo de su rival. Pero cuando se trata de atacar curvas... ¡es toda una bestia!
Motores y consumo
Aunque estos dos SUV deportivos utilizan una mecánica turboalimentada de seis cilindros, hay diferencias notables entre ambas. La del Porsche, con una disposición en uve, se siente más refinada y progresiva, disfrutando cada vez que hundimos el pedal derecho pues sube de revoluciones a un ritmo vertiginoso. Además, te regala una banda sonora que podíamos catalogar como celestial, acompañada de ese toque gamberro, con petardazos que emanan del escape, cada vez que liberas el pie del acelerador en los programas más deportivos. No es de extrañar que los viandantes giren la cabeza cada vez que pasas a su lado.
La del BMW, con sus cilindros en línea, se nota más enérgica y vigorosa desde bajo régimen. Basta con acariciar el acelerador y el X4 M saldrá disparado, con un empuje mucho más contundente debido a sus 650 Nm de par máximo. Cada vez que la transmisión engrana una marcha superior, notas como el propulsor sigue empujando sin contemplaciones. Eso sí, la tracción total se encarga de que el tren trasero no se insinúe cada vez que hundes el pedal derecho, al contrario que en un M4, permaneciendo muy aferrado al asfalto en todo momento.
Por cierto, ambas transmisiones automáticas realizan una lectura soberbia de la conducción y presumen de un modo manual con el poder acariciar el limitador sin que se produzca un cambio de marchas. En cuanto a los consumos, digamos que es mejor no tenerlos en cuenta. A ritmos suaves estos dos SUV deportivos se moverán en torno a los 11 litros, pero al sacar lo mejor que llevan dentro la media se disparará por encima de los 20 l/100 km.
Equipamiento y precio
A la hora de mirar nuestra cuenta bancaria, los que opten por el BMW X4 M tendrán que retirar una cantidad mayor a la del Porsche Macan GTS, aunque a igualdad de equipamiento, las tarifas se equiparan. Esos 20.000 euros de diferencia iniciales dan para que el SUV de Múnich incluya cámara de visión trasera, detector del ángulo muerto, asistente de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales de tráfico y un diferencial de deslizamiento limitado en el tren trasero, que viene ligado a la vectorización del par. Después de todo, estos dos modelos pueden presumir de ser auténticos SUV deportivos, dos máquinas que garantizan fuertes emociones y mucha diversión, siendo capaces de ser el centro de atención. ¿A la hora de elegir? Nosotros los tenemos claro, el GTS nos ha conquistado.
A favor del BMW X4 M Competition: agilidad, prestaciones, motricidad.
En contra del BMW X4 M Competition: maniobrabilidad, confort de marcha, consumo de combustible.
A favor del Porsche Macan GTS: comportamiento equilibrado, dinamismo, sonido del V6, tacto de la dirección y del freno, puesto de conducción.
En contra del Porsche Macan GTS: consumo de combustible, precio del equipamiento opcional.
