Tiempo de cambios en Ferrari. El equipo italiano, emblema de la Fórmula 1, ha conseguido volver a hacer un coche ganador, un coche con el que sueñan con luchar por el campeonato hasta la última carrera. Ésto no ha sido casualidad, sino fruto de un largo proceso de cambios que comenzaron años atrás, tienen su punto álgido en la marcha de Luca Cordero di Montezemolo a finales de 2014.

A Ferrari le ha costado, pero lo ha logrado, ha vuelto a construir un coche ganador. Sus cambios no se han limitado a reorganización dentro del equipo o a nuevos mandatarios, sino a una nueva forma de actuar y pensar, lo que incluso le ha llevado a tensar la cuerda con la prensa más acérrima al equipo de Maranello, imponiendo la Ley del silencio, lo que no ha gustado a dicha prensa.

Ésta ha reaccionado disparando la rumorología en torno a las entradas y salidas del equipo italiano y si bien ayer algún medio hablaba de un principio de acuerdo (lo cual, sea real o no, carece de valor) entre Vettel, el piloto estrella de Ferrari y Mercedes, máximo rival actual de los italianos. Y como en el caso de hoy, hablando de la posibilidad de que Max Verstappen, el piloto más codiciado de la nueva generación, recale en Ferrari.

Al respecto de este último rumor, Helmut Marko no se ha mordido la lengua, afirmando en palabras recogidas por AutoBild, que no hay nada que pueda hacer Ferrari para hacerse con los servicios del joven piloto neerlandés. “Al contrario de los rumores, no existe una cláusula de rendimiento en el contrato de Max Verstappen con Red Bull. Si nosotros no lo liberamos de él, no puede ir a Ferrari” respondió con rotundidad una de las cabezas visibles del equipo austriaco.