Después de prolongadas negociaciones entre la FIA y los motoristas, ambos llegaron a un acuerdo para que, en caso de que alguna escudería quedase sin propulsor, el fabricante que tenga menos clientes sería el encargado de falicitar uno.

El máximo organismo del automovilismo mundial tiene muy claro que no quiere que se repitan situaciones tan bochornosas como las vividas el año pasado, cuando Red Bull y Toro Rosso estuvieron a punto de no disputar el campeonato 2016 debido a la falta de unidad de potencia.

El máximo responsable del proyecto de Honda, Yusuke Hasegawa, se mostró contrariado con esta decisión de la FIA aunque comprende que tienen que aportar valor a la Fórmula 1. El próximo 1 de junio se sabrá si algún fabricante debe facilitar sus servicios a alguna estructura.

"No estamos contentos con esto. Comprendemos que tenemos que suministrar a varios equipos. Tenemos que contribuir a la sociedad de la Fórmula 1 ya que actualmente tan sólo Ferrari y Mercedes ofrecen sus motores a cuatro equipos mientras que nosotros sólo a uno. No estamos controlados por la FIA para seleccionar un equipo así que, desde un punto de vista del reglamento, no creo que sea algo bueno. Nuestro rendimiento no es lo suficientemente alto para tener conversaciones con otras escuderías. Necesitamos esperar y ver qué ocurre el 1 de Junio", ha declarado Hasegawa a Autosport.

Como se mencionaba anteriormente, la nueva ordenanza establece que el fabricante que tenga menos clientes debe proporcionar unidades de potencia si alguien los necesita. En caso de que no se llegara a un acuerdo, habría una votación. En todo caso, el proceso no es instantáneo ya que ambas partes deben llegar a un acuerdo contractual para que se lleve a cabo.

"No es automático. La FIA recomienda comenzar las negociaciones con ciertos equipos. Necesitamos arreglar aspectos como las condiciones o el precio. Es imposible establecer una conexión si no podemos llegar a un acuerdo. Tenemos que intentar llegar a un trato", ha expresado el japonés.

Sobre si Honda estará en condiciones de distribuir los propulsores en 2017 en caso de ser necesario, Hasegawa se muestra tajante. "Tenemos que estar preparados para el año próximo. Es nuestro deber", ha concluido el ingeniero nipón.

Las confrontaciones venían básicamente en el apartado económico ya que la FIA quiso que, debido a los problemas presupuestarios de los equipos más pequeños, los motores fuesen lo más asequibles posible. El precio de estos se ha visto disparado con la introducción de la nueva tecnología híbrida.