El equipo Toro Rosso a mostrado durante la pretemporada que, a priori, el cambio a la unidad de potencia Ferrari de 2015 les ha hecho dar un paso adelante a los de Faenza.

La falta de fiabilidad que tenía el motor Renault es ahora historia con el propulsor italiano pero, además, las prestaciones del STR11 han sido dignas de mención en las pruebas de Barcelona.

Sin embargo, la parte negativa de montar una unidad de potencia de 2015 es que no evolucionará durante el año y, lo que ahora es una ventaja, podría dejar de serlo a medida que avance la temporada.

En este sentido, para Max Verstappen está claro que la solución para compensar el déficit de desarrollo que tendrá su motor será dar grandes pasos con el chasis del nuevo monoplaza si no quieren perder competitividad.

"Espero que no, pero siendo realistas es algo que podría pasar", ha comentado Verstappen. "Simplemente será un gran desafío en el que tendremos que mejorar más el coche".

"Creo que podemos estar contentos con el progreso que hemos hecho. La fiabilidad es algo positivo así que definitivamente va a ser un gran plus... Nadie esperaba que fuese tan buena. Por supuesto que queríamos ser mejores que el año pasado y creo que definitivamente hemos mejorado", ha concluido el holandés.