El equipo Honda sigue evolucionando y dando pasos hacia delante tras su problemático inicio de temporada. Lejos quedaron los problemas iniciales, en los que mostraban grandes dificultades sólo para colocar el monoplaza en pista y hacer que pudiera que dar algunas vueltas sin que se encendieran las alarmas y tuviera que regresar al box.

Fruto de ello, la fiabilidad poco a poco ha quedado consolidada, como se pudo demostrar en la carrera de Rusia, en la que los dos monoplazas fueron capaces de llevar el monoplaza a meta, en un trazado exigente con la unidad de potencia y el equipo ya encara la fase de rendimiento.

Para Austin el equipo McLaren volverá a dar otro paso adelante. Tras evaluar la nueva evolución en su motor, considerada la cuarta especificación de la temporada, y ver que los resultados eran positivos sin que su funcionamiento se saliera del rango de trabajo, el equipo ha confirmado que Fernando Alonso lo usará a lo largo del fin de semana. Es una evolución en la que han usado los últimos cuatro tokens de la temporada, y con la que han ganado una 20 caballos, que teniendo en cuenta el alto nivel de sensibilidad de potencia del trazado de Austin, situado en 0,2 segundos por cada 10CV, hará que Alonso pueda ganar alrededor de cuatro décimas por vuelta con la nueva especificación.

Jenson Button, por su parte, tendrá que usar la versión anterior, relegándose su cambio hasta la carrera de Brasil, una prueba que también será muy exigente con las unidades de potencia. El motivo del retraso se sitúa en la producción de las nuevas piezas y por la premura con la que se han realizado estos cambios. Por ello se espera que use la octava unidad de la temporada, estrenada en el trazado de Spa.