Bernie Ecclestone ha reconocido en los últimos días que uno de sus más perseguidos sueños toca a su fin. El británico siempre ha querido celebrar una carrera urbana en el corazón de Nueva York y tras las complicaciones que suponía la misma logró idear el famoso proyecto de Nueva Jersey, con las panorámicas de la ‘glamurosa’ ciudad de fondo.

"Honestamente, no creo que suceda", aseguraba Bernie Ecclestone el pasado fin de semana en Bélgica. "Todavía tienen los mismo problemas que tuvieron al principio. Nada ha cambiado". Y es que los apoyos económicos para celebrar el soñado evento en la costa de Nueva Jersey han ido desapareciendo o son insuficientes. Christian Sylt, especialista en economía de la F1, asegura que el único problema que tiene Nueva Jersey es económico.

"Dos o tres de los respaldos que Leo (Hindery, el promotor) me había confirmado que habían llegado a un acuerdo con él y que iban a poner el dinero, han desaparecido", aseguraba Ecclestone a ‘Forbes’. "Si Leo tuviera el dinero o yo lo hubiera puesto, esa carrera se habría celebrado". El magnate británico asegura que ha tratado por todos los medios de llevar a cabo la celebración de dicho Gran Premio porque los equipos "estaban deseando tener una carrera en Nueva York, por lo que estuvimos intentando que sucediera".

Las oportunidades dadas al promotor del evento han sido continuas, modificando la fecha del GP en los calendarios o atrasándola al año siguiente. "No tenía nada que perder con Leo. Si alguien hubiera llegado y puesto el dinero y él hubiera hecho el trabajo, yo habría estado encantado. Estuvo intentando mantener las cosas vivas, esperando que alguien llegase con el desembolso necesario. Nos pidió que le diéramos oportunidades. Todos queríamos una carrera en Nueva York", insiste el octogenario dirigente de la Fórmula 1 ante lo que parece el sueño frustrado para siempre.