Jean-Éric Vergne se mostró convencido el pasado domingo de que Red Bull no le echará de su 'familia' a finales de temporada, aunque no haya logrado todavía los objetivos que Helmut Marko marca a sus estrellas en alza y pese a que ya disputa su tercera temporada en Toro Rosso, una estadística que nadie ha superado aún. Mientras tanto, su joven compañero Daniil Kvyat, debutante en F1, ya ha sumado los mismos puntos que él.

El ascenso de Vergne a la Fórmula 1 ya tuvo bastante que ver con esta política de Red Bull, ya que el francés llegó a la categoría reina en 2012, después de que Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi completasen la mejor temporada de Toro Rosso desde que fabrica sus chasis en Faenza. La escudería decidió prescindir de sus pilotos y recibir savia nueva, y además no promocionó a ninguno de ellos al equipo Red Bull.

Hoy en día, para alegría de la afición española, el mejor postulado para sustituir a Vergne en Toro Rosso de cara a 2015 es Carlos Sainz Jr. La joven promesa española de tan sólo 19 años ha demostrado un control apabullante en las WSR 3.5, categoría que abrió las puertas de la Fórmula 1 a Kevin Magnussen este año, después de proclamarse campeón en 2013. De allí provienen también Ricciardo, Vergne, Vettel y tantos otros pilotos de la categoría reina. No es menos cierto, eso sí, que António Felix da Costa acabó tercero la campaña de la World Series el año pasado y que el portugués permanece en el equipo de jóvenes pilotos de la bebida energética, pero no juzgaron sus méritos como suficientes para ganarse un puesto en Toro Rosso este año.

Distinto parece el panorama para Sainz, que ganó autoritariamente las dos carreras de Spa con dos Poles y una vuelta rápida, en uno de esos fines de semana tan maduros y perfectos que sirven como candidatura formal para reclamar un asiento en la Fórmula 1.

Cuando Italia Racing preguntó a Vergne si era consciente de que ningún piloto ha disputado cuatro temporadas con Toro Rosso, contestó con una sonrisa: "Bueno, si la situación es la que dices que es, entonces hay poco que hacer. Me iré a casa", dijo el francés, después de un pequeño show con un Red Bull RB8 en Spa-Franconchamps, con ocasión del evento de las World Series by Renault 3.5, que dominó con puño de hierro Carlos Sainz, el líder destacado del campeonato.

"Seriamente, no creo que estas situaciones se resuelvan con una evaluación de estadísticas", añadió. A pesar de la directiva general de Helmut Marko, asesor de Red Bull y máximo responsable del Junior Team, que ha dicho en algunas ocasiones que un piloto de Toro Rosso necesita ganar con Toro Rosso o lograr algún podio, Daniel Ricciardo ha podido ascender a Red Bull sin haber conseguido estos hitos, lo que tranquiliza a su excompañero.

"En Red Bull y Toro Rosso nunca han tenido miedo de dejar de lado a pilotos a los que no quieren más, pero si hubieran perdido la fe en mí, creo que me habrían dejado ir al final de la pasada temporada", reflexionó Vergne. "Pero si no lo hicieron y todavía estoy aquí, es porque creen en mí y en mis habilidades", añadió.

Así pues, Vergne no cree que el novato Daniil Kvyat le haya eclipsado dentro del equipo de Faenza, aunque el ruso provenga directamente de la GP3 con sólo 19 años y poquísimos kilómetros a bordo de un Fórmula 1.

"Como he dicho, mi integración con el personal técnico del equipo se ha desarrollado significativamente, y los resultados muestran que estamos obteniendo frutos, algo que el equipo tiene en cuenta", explicó Vergne. "Por mi parte, me siento como en casa, como si el equipo fuera mi familia, así que no creo que tengan la intención de eliminar ese conjunto que funciona", terminó el francés, con un mensaje claramente dirigido a Red Bull.