Uno de los cambios en las nuevas regulaciones técnicas de 2014 que más llamaron la atención y más duras críticas acogió fue el de la limitación de las unidades de potencia a cinco por piloto antes de penalización (por temporada).

Con las ‘viejas’ regulaciones, cada piloto disponía de 8 motores para usar a lo largo de la temporada. Si se usaba el noveno, se obtenía una penalización. No obstante, en 2014 el alma de la norma es la misma, solo que el número de motores disponibles por piloto por temporada es de –únicamente- 5.

El caso particular de Sebastian Vettel–vigente tetracampeón del mundo- es uno de los más ‘preocupantes’ de la parrilla en este aspecto. De hecho, el alemán estrenó –junto a su compañero de equipo Daniel Ricciardo y el debutante de Toro Rosso, Daniil Kvyat- la tercera unidad de potencia (de las 5 disponibles) en el pasado GP de Mónaco, sexta prueba de un mundial con 19 carreras.

Las matemáticas no mienten. Si el de Heppenheim sigue ‘consumiendo’ motores a esta velocidad, obtendrá una penalización antes de finalizar la temporada, seguro. Es más, cuando Vettel tuvo que abandonar el Montecarlo –cuando marchaba 3º- fue por quejas del mismo piloto en las que argumentaba falta de potencia.

Por ello el de Red Bull ha reconocido, hablando con Auto Motor und Sport, que "es fácil de calcular que no tendré suficientes" unidades de motor para finalizar la temporada sin penalizaciones, reconoció Vettel preocupado, pero resignado.