El Gran Premio de España levantó ampollas y no sólo en los neumáticos de los monoplazas, sino también en los equipos, que se vieron forzados a realizar cuatro paradas al no ser capaces de optimizar el rendimiento de las gomas. Por ello, la marca milanesa ha decidido mezclar elementos de neumáticos de pasadas temporadas con el objetivo de que vuelvan las carreras a dos paradas.

Los nuevos ajustes serán una realidad a partir del Gran Premio de Canadá, pero las acusaciones por favoritismo no han tardado en llegar. Con los neumáticos modificados, los principales equipos afectados hasta el momento podrían verse beneficiados, entre ellos Mercedes y Red Bull.

Sin embargo, Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport, ha asegurado que no creen que se vaya a dar privilegio a ninguna de las escuderías.

"Algunos equipos se han preocupado por que los cambios vayan a favorecer a un equipo u otro, pero no creo que ese sea el caso", explicó en declaraciones a Autosport.

Hembery hizo hincapié en el tema de Red Bull y quiso restar importancia las declaraciones de Dietrich Mateschitz, propietario de la escudería austriaca, quien dijo esta semana que "la F1 ya no consistía en correr".

"La gente dirá que ha habido presión por parte de Red Bull, pero no ha sido excesiva. Para ser justos con Christian Horner (director del equipo), se ha dicho más en los medios de comunicación esta semana de lo que ellos me han dicho a mí", afirmó.

Así, el directivo también confirmó que no había habido presión por parte de nadie a la hora de tomar la decisión de modificar los neumáticos, a pesar de que Red Bull podría verse más fortalecido que ningún otro con gomas más duraderas.

"Nosotros no esperamos eso, pero por supuesto, es un riesgo que corremos", dijo Hembery. "Estos cambios se están realizando para Pirelli, no para nadie más. Hemos de conseguir el equilibrio adecuado. Nosotros no queremos reaccionar de manera exagerada, pues entonces sí podríamos ayudar a ciertos equipos", concluyó el británico.