Fernando Alonso cree en el equilibrio místico de la suerte: la mala fortuna en Malasia se vio recompensada con la victoria en China, pero hoy de nuevo la rueda de la Fortuna ha girado contra Ferrari: "Sí, la verdad es que todo se torció desde el principio. Seguramente hoy no era el día de atraer la suerte, porque en Malasia se podía debatir si era suerte o no suerte, pero supongo que hoy no habrá nadie que diga que no es mala suerte que el DRS se te quede bloqueado. Por tanto, intentamos recuperar durante la carrera pero bueno, hicimos una parada más que lo demás, una parada también a destiempo para repararlo y luego una lucha sin DRS en la que había que adelantar en sitios bastante difíciles. Pero bueno, era lo que tocaba hoy, luchar desde atrás, coger algún punto, octavo, séptimo, lo que sea. Y bueno, ya llegarán supongo momentos de más suerte, e intentar aprovechar en esos días".

El asturiano se ha enfrentado a la escalada de posiciones desde la parte más baja de la parrilla, tarea nada sencilla si no cuentas con la ayuda del DRS. Ha admitido que resultaba tentador hacer uso del sistema, pero la Scuderia le había indicado explícitamente que no lo hiciera. Tras romperse el flap, los mecánicos han bajado la pieza en una primera parada en boxes. Una vez en pista, se han arriesgado a probar si el DRS ya funcionaba de forma correcta, decisión que les ha obligado a detenerse una vez más para devolverlo de nuevo a su posición y ya sí inutilizarlo para el resto de la carrera: "Sí, sí que había tentación casi constante de abrirlo, pero tenía instrucciones claras de no hacerlo. El motivo aún lo sé, no he hablado con ellos", ha declarado a las televisiones españolas tras la carrera. "Es un hecho aislado, creo que es quizás el primer problema que tenemos y lo tenemos el domingo, el día de la carrera. Sabemos la fragilidad de Lotus, la fragilidad de Red Bull, pero hasta ahora sólo han sido los viernes o los sábados para Webber".