Tras el despido de Jaime Alguersuari y Sebastien Buemi, Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne fueron los elegidos para pilotar en Toro Rosso, la plataforma desde la que aspirar a Red Bull Racing en el futuro.

Tras los entrenamientos la pasada semana en Jerez con el STR7, está claro que la competitividad entre ambos ha comenzado desde el primer día, pues sus vueltas rápidas se diferenciaron por una centésima de segundo.

A pesar de todo, Jean-Eric Vergne asegura que la tensión entre ellos de momento no es tan alta, y promete contenerla tanto como pueda, en declaraciones a la radio RMC: "No hay mucha tensión. Hay que olvidarse de todos los aspectos diferentes cuando se piensa en el trabajo que hay que hacer. Hemos tenido cuatro días buenos de pruebas. Los ingenieros ahora trabajan para los próximos entrenamientos en Barcelona a finales de mes. Hay competición con mi compañero de equipo, pero al mismo tiempo no podemos dejar que vaya en la dirección equivocada. Uno siempre quiere ganar a todos, pero mi compañero también es el único que trabaja con mi mismo coche".