Si hablamos de deportividad y del fabricante de automóviles checo Skoda, automáticamente se nos vienen a la cabeza las siglas RS. Dos letras que fueron utilizadas por primera vez en 1974 en los coches de rallyes 180 RS y 200 RS, haciéndose populares en todo el mundo tras el éxito del 130 RS.
Desde el año 2000, la firma decidió utilizarlas para identificar a las variantes más deportivas de la gama, unos productos que han ido evolucionando con el paso del tiempo y que gracias al concept que acaba de mostrar la marca con motivo del Salón de París, nos podemos hacer una idea de cómo evolucionarán estas en los próximos años. ¿Su nombre? Skoda Vision RS.
En las imágenes apreciamos un modelo de aspiraciones deportivas, pues, como decimos, trata de anticipar el diseño de futuras versiones RS. En la silueta de este compacto destacan un frontal muy característico con unos rasgos en los que se aprecia una imagen muy dinámica y una trasera en la que destaca un difusor y un alerón de techo que busca optimizar la aerodinámica. Además, la fibra de carbono hace presencia a lo largo de la carrocería, aportando un extra de deportividad y ligereza. La guinda del pastel la ponen unas llantas de 20 pulgadas con un diseño característico.
Cuenta con un interior tecnológico que emplea carbono en la consola central, paneles de puertas y asientos y otros elementos decorativos. También encontramos cristal tallado y hecho a mano por el cristalero checo Lasvit. Interior que además refleja sostenibilidad en sus materiales, otro de los elementos clave de este Vision RS, lo que se ve en el poliéster reciclado que forma en su totalidad la fibra de carbono o las tapicerías de los asientos que parecen casi flotar hechas de Alcántara vegano. A este sofisticado interior le acompañan efectos de luz del panel de instrumentos que interactúan con la pantalla táctil.
El Visión RS mide 4,3 metros por 1,8 de ancho y tiene una altura de 1,43. La distancia entre ejes es de 2,6 metros y su maletero cubica 430 litros. Una de sus grandes bazas es su sistema de propulsión híbrido enchufable, el cual se compone de un propulsor 1.5 TSI de 150 CV y un motor eléctrico de 75 kW (102 CV) de potencia. De forma conjunta, ambos se combinan a la perfección para entregar 245 caballos, transmitidos al asfalto a través de una caja de cambios automática DSG de seis velocidades. Otro de los elementos importantes es un conjunto de baterías de litio con una capacidad de 13 kWh, ofreciendo una autonomía en modo eléctrico de 70 kilómetros.
De esta forma, el concept de Skoda promete una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos, realizando el 80 a 120 km/h en 8,9 segundos. Todo ello con unos niveles de emisiones y consumos reducidos, siendo estos de tan solo 33g de CO2 por kilómetro. También debemos mencionar que las citadas baterías se recargan en 2,5 horas haciendo uso de una estación de carga, además de poder reponer su energía en la toma doméstica de nuestro domicilio.
Esta versión RS incluye tanto en el exterior como en el interior referencias a la competición dado que Skoda ha tenido un papel destacado en el mundo de las carreras desde hace más de 100 años, 117 concretamente, algo que se quiere plasmar en esta variante deportiva. Algunos ejemplos los tenemos en el diseño del volante, el color rojo presente en el habitáculo, los asientos deportivos o unos cinturones de seguridad que recuerdan a los empleados en coches de carreras.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta