Ya está disponible el Audi RS3 Sportback uno de los compactos más potentes del mercado que llega directo a rivalizar con modelos como el Ford Focus RS 550 y en mayor medida contra el futuro BMW Serie 1 M. Para ello ofrece argumentos infalibles como por ejemplo el potente motor de cinco cilindros, 2.5 litros, inyección directa y turbo que desarrolla una potencia de 340 caballos. Es el mismo motor que monta el Audi TT RS y lo más curioso es que toda esta potencia resulta perfectamente aprovechable en ambos gracias a la tracción total Quattro y a un cambio automático -S tronic- de doble embrague y siete velocidades.
El propulsor tiene culata biarbol, alta compresión (10:1) y es capaz de subir hasta 6.800 revoluciones por minuto a pesar de la sobrealimentación. Tan estimulantes datos se complementan con unos valores de consumo bajos para sus prestaciones: 9,1 litros / 100 kilómetros en ciclo combinado, en los que algo tiene que ver el sistema de regeneración de la energía de frenada y otros sistemas auxiliares de última generación, entre los que no se encuentra el extendido Auto Start&Stop y seguro que el turbo lo agradece. Pero por supuesto un coche como el RS3 debe ofrecer ante todo sensaciones, y para ello Audi ha previsto un botón 'Sport', que al pulsarse ofrece la máxima potencia del motor mediante la programación de la centralita electrónica y además activa una trampilla en el sistema de escape que hace bramar al RS3 con su 'do de pecho' más viril.
Dispone de un programa 'Launch Control' con la finalidad de ofrecer aceleraciones fulgurantes desde parado con la máxima tracción y eficacia. La consecuencia es que hace el 0 a 100 kilómetros / hora en 4,6 segundos, con la velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h.Potencia dosificablePara controlar semejante potencial la tracción total cuenta con varios aliados de gran valor, como las suspensiones específicas con muelles rebajados 25 milímetros sobre un Audi A3 estándar y amortiguadores más firmes, o los neumáticos de mayores dimensiones, más anchos en el eje delantero que en el trasero: 235/35 y 225/35 respectivamente sobre llantas de 19 pulgadas.
Las vías también han visto ampliada su anchura, 1.564 mm. en el eje delantero y 1.528 mm. en el trasero, 42 y 22 mm. más que en el S3, respectivamente.
A la hora de frenar sus remarcables 1.575 kilos de peso declarado -sorprendentemente a priori 15 kilos menos que el S3- el RS3 ofrece la potencia de unos grandes discos delanteros autoventilados y perforados de 370 mm. de diámetro mordidos por pinzas de cuatro pistones lacadas en negro y con la inscripción RS3, apoyados en el eje posterior con unos rotores también bastante generosos de 310 mm.
La carrocería cuenta con parachoques reforzados con fibra de carbono, taloneras y pasos de rueda específicos, así como un llamativo difusor trasero pintado de negro mate del que sobresale la cola de escape doble. El interior está completamente realizado en cuero negro y opcionalmente los asientos delanteros pueden ser auténticos backets.
Prácticamente a la carta
Una de las principales características del nuevo RS3 es la posibilidad de configurar un coche prácticamente a la carta. Las opciones disponibles abarcan desde los comentados asientos tipo bacquet -que tienen un coste de 3.600 euros- hasta un retrovisor interior antideslumbrante -130 euros-. La lista de opciones es muy amplia y provoca que el precio final del RS3 pueda superar de largo los 60.000 euros. Precisamente durante la jornada de pruebas nos sentamos al volante de una unidad totalmente equipada que a pesar de la adversa climatología nos deleitó con un comportamiento intachable gracias a un motor muy progresivo que aporta mucha potencia desde tan sólo 2.000 revoluciones. Este propulsor en combinación con el excelente cambio S-tronic de siete velocidades –el único disponible– y el sistema de tracción quattro hacen del RS3 un compacto verdaderamente deportivo, pero a la vez bastante funcional e incluso utilizable para el día a día. Habrá que esperar a ver lo que ofrece su rival más directo, el BMW Serie 1 M.