En un princicipio se dijo que Bernie Ecclestone pagó 27,8 millones de euros al banquero alemán Gerhard Gribkowsky en concepto de soborno en el momento de la compra de los derechos comerciales de la F1, para que éste infravalorara su valor. Sin embargo, según palabras del mismo Bernie, ese pago no fue un soborno, sino que fue una extorsión.

El último nombre vinculado al Caso Gribkowsky es un viejo conocido de la F1: Flavio Briatore. Un rotativo germano anunció esta semana que el italiano podría ser un cómplice de Ecclestone, pero aunque Bernie admite que él fue quien realizó el pago a Gribkowsky, el inglés asegura que no tiene nada que ver. "Briatore no ha estado involucrado en esto de ningún modo", dijo el magnate británico en declaraciones al Daily Express. "Él realizó el pago por mí porque yo se lo pedí, ya que Gribkowsky amenazaba con crearme problemas y no quería que el dinero se pagara desde el Reino Unido".

Ecclestone cree que la prensa germana se hizo eco de las declaraciones que él mismo hizo ante los tribunales de Múnich. "Se lo conté a la justicia alemana. Así es como apareció su nombre", explica el inglés. "Briatore me hizo un favor, pero no estuvo involucrado en todo esto".

Algunas personas creen que CVC podría apartar a Ecclestone de sus responsabilidades con la F1 y que, en el peor de los casos, podría acabar entre rejas. Sin embargo, Bernie se burla. "¿El final? Por supuesto que no. Seguiré haciendo lo que se me da mejor por un buen tiempo, haciendo buenos negocios para tener a mucha gente contenta. Algunos querrán que yo no continúe, pero disfruto de lo que hago. De eso se me juzgará".