Tras varias informaciones que acusaban a Bernie Ecclestone de haber sobornado al banquero Gerhard Gribkowsky, el propio magnate de la Fórmula 1 ha reconocido que pagó al alemán –actualmente en la cárcel– 27'8 millones de euros. Con un proceso judicial abierto en Múnich, el británico niega que el pago se tratara de un soborno pero ha dado a entender que se trató de un chantaje.

Ecclestone ha confesado al Daily Telegraph que fue amenazado por Gribkowsky, quién fue de los primeros en darse cuenta de los problemas de impuestos del magnate de 80 años. El británico ha afirmado que el banquero alemán alegaba irregularidades en la empresa familiar Bambino: "Me amenazó con que iba a decir lo que estaba pasando", señalaba Ecclestone.

"La gente de los impuestos en Inglaterra en ese momento estaban a punto de resolverlo todo con confianza y lo último que necesitas es que empiecen a pensar en algo diferente. Gribkowsky me estaba extorsionando y no quería correr ningún riesgo", añadía el británico.

Al mismo tiempo, Ecclestone ha comentado que pidió consejos a sus abogados sobre cómo tratar las amenazas de Gribkowsky. "Me dijeron: 'Te digo lo qué pasaría. Hacienda te evaluaría y tú tendrías que defenderte porque se puede defender, y estarías tres años en los Tribunales te costaría una fortuna. Mejor pagar'", añadió el magnate.

Ecclestone también ha señalado que pagó al banquero alemán con dinero de las empresas situadas en las Islas Mauricio y las Islas Vírgenes Británicas. "Él quería que se le pagara así que no parecía que (el dinero) venía de mí ni de Inglaterra" , finalizaba el británico. Por parte del acusado, Gribkowsky, sus representantes legales han rechazado realizar declaraciones.