- Ford Ranger 2023: Mismo espíritu, nueva generación
- En vídeo: Prueba Ford Ranger Raptor, que nada te detenga
- Ford Ranger Raptor Special Edition: Nuevo forajido en la ciudad
Si lo tuyo no son los típicos todocaminos de apariencia robusta pero comportamiento civilizado y buscas un todoterreno de verdad, seguramente ya te hayas dado cuenta de que cada vez es más difícil encontrar un buen coche de estas características. Sin embargo, Ford tiene una propuesta para ti de lo más interesante: un pick-up ideado por Ford al otro lado del charco que se comercializa en nuestro mercado con todo su potencial intacto y a partir de ahora, en edición limitada. Sí, me refiero a este Ford Ranger Raptor Special Edition que se ha ganado un hueco a pulso en nuestra sección de pruebas a fondo porque: ¿a quién no le apetece probar de cuando en cuando un coche auténtico?
Un pick-up realmente especial
Lo primero que debes de saber de la pick-up que analizamos hoy es que se trata de una de las tres versiones especiales con las que el Ford Ranger Raptor se va a despedir del mercado para dejar paso –eso sí– a una nueva generación. Así, lo que tenemos delante es fundamentalmente el mismo Raptor de siempre, pero con un acabado único, con el que solo se producirán una serie de unidades limitadas para todo el mundo. Ford no ha indicado cuántas serán éstas, pero sí que hay tres personalizaciones disponibles: Wolftrak (con estética militar), Stormtrak (con detalles off-road específicos) y Raptor Special Edition, la más racing de todas y la que hemos podido analizar con mayor profundidad en Car and Driver. A continuación, nuestras valoraciones.
Al primer vistazo, el Ford Ranger Raptor Special Edition se aprecia todavía un punto más llamativo que en su variante “normal” que ya es decir... Las principales culpables son las dos franjas dobles al puro estilo del Mustang que recorren toda la parte superior de esta enorme pick-up, pero que también están presentes en su línea lateral y por supuesto, en su trasera. Estas bandas de color negro mate –al igual que las llantas– incluyen unos ribetes en rojo, mismo color presente en los ganchos de remolque, el volante y otros detalles del interior. Pero sin dejar de analizar el exterior de este Special Edition hay que destacar los detalles Raptor marca de la casa: pasos de rueda ensanchados, neumáticos off-road de grandes dimensiones, defensas delanteras y taloneras en a color plateado y unos logotipos 'Raptor' a prueba de miopes para que cuando lo veas pasar por tu calle (o por dos o tres calles más allá) no tengas la menor duda de lo que tienes delante.
Ya en el interior, llaman la atención algunos elementos igualmente diferenciales como los asientos de cuero con tapicería especial, el citado volante con costuras en rojo y una línea divisoria marcada en este mismo color en su parte superior central y la instrumentación característica del Raptor. Pero más allá de eso, se echa en falta una placa con el número de serie de esta unidad limitada o algún detalle similiar que le diera todavía mayor empaque. Con todo y eso, a nivel de ergonomía nada que reprochar: los asientos recogen el cuerpo a la perfección, la postura de conducción es perfecta y por supuesto, viajamos tan altos que en la carretera podemos mirar por encima del capó –y del hombro– a cualquiera.
De hecho, vale la pena recordar que esta variante –Raptor– equipa unos neumáticos BF Goodrich All-Terrain 285/70 R17 que infunden respeto con solo mirarlos y que unidos al resto de modificaciones que incluyen, le permiten ser seis centímetros más alta, 16 más ancha, y 11 más larga que el Ranger convencional, con nada menos que 4,6 centímetros de altura libre al suelo que se agradecen y mucho en el campo.
Así, tenemos un pick-up que mide 5,37 metros de largo por 2,02 de ancho y 1,87 de alto lo que unido a su amplia batalla, de 3,22 metros, nos da como resultado un vehículo imponente, muy próximo al venerado Ford F-150 que triunfa en Estados Unidos pero que sigue sin llegar a Europa y una bestia que en nuestro continente solo tiene una alternativa real: el Jeep Gladiator.
Sensaciones únicas en carretera... y campo
Es hora de que la mecánica cobre protagonismo en nuestro análisis y sentimos decirte que no tenemos buenas noticias en este aspecto: manejamos un Special Edition con el mismo motor 2.0 EcoBlue de 213 caballos y el mismo cambio automático de diez velocidades, que el Raptor normal. La tracción es 4x4 pero conectable de forma manual. Manejando una ruleta situada en la consola central, podemos elegir entre 2H, 4H o 4L, que equivalen a tracción trasera, total o reductora –marchas cortas–.
De todos modos, la sensación es que en todo momento tenemos una reserva de potencia bajo el pedal del acelerador más que apropiada para mover los 2.585 kilos que pesa nuestro rocoso 4x4. La clave sin duda es un par motor elevado, 500 Newton/metro de máximo que están disponibles cuando más los necesitas, desde abajo –entre las 1.500 y las 2.500 vueltas–, para ser exactos. Eso sí, no esperes encontrarte en este bloque la respuesta civilizada de los turbodiésel a los que Ford nos tiene habituados en sus turismos, aquí este motor 2.0 se deja sentir pues resulta bastante ruidoso, rudo y gastón de lo que nos hubiera gustado: 11,5 litros empleó de media en nuestro tramo de medición habitual, mezclando ciudad, autopista, carreteras de circunvalación y de montaña a velocidades legales y ritmo sostenido.
Por lo demás, la dirección ofrece una buena asistencia eléctrica y aunque no es muy rápida, resulta más efectiva y comunicativa de lo que esperábamos, ofreciendo cierta resistencia a ritmo rápido tanto en carretera como en caminos. Además, este efecto aumenta ligeramente cuando echamos mano del modo Sport, el primer escalón hacia la locura. El Ford Ranger Raptor cuenta con hasta seis modos de conducción: Normal, Sport, Hierba/Grava/Nieve, Barro/Arena, Roca y Baja, este último el más interesante pues sirve básicamente para liberar a la electrónica lo justo para que lo pasemos en grande en conducción off-road preservando los controles de tracción y estabilidad en alerta.
En carretera, pese a los neumáticos que equipa, su elevada resistencia al aire y a la rodadura y su peso, este Raptor sorprende por lo cómodo, estable y preciso que resulta. Hay que tener en cuenta que hablamos de un coche que supera las 2,5 toneladas y que las inercias a la hora de frenar, acelerar o tomar curvas entrelazadas siempre están ahí pero no tardas en detectar que su suspensión hace continuos milagros. Dispone de un esquema de doble horquilla delante y un eje rígido detrás, ambos con muelles helicoidales pero sobre todo de unos valiosos amortiguadores Fox, capaces de sujetar a la carrocería en carretera y de permitir saltos, vadeos, derrapes y todo tipo de locuras en el campo.
No es necesario para pasártelo bien, pero si accionas el modo Baja descubrirás que el motor responde con mayor inmediatez al acelerador, el cambio automático –por convertidor de par– selecciona marchas cortas y realiza reducciones con gran rapidez para favorecer una conducción tipo rally y así no tardas de cogerle el punto a un Raptor al que solo le echamos en falta algo más de rabia cuando apuramos su gama de revoluciones. Antes de llegar a las 4.000 vueltas, el motor ya ha dado lo mejor de sí y se nota. En este sentido, un Jeep Gladiator con motor V6 diésel es más estimulante, si bien a nivel de chasis y dinamismo general, está por detrás del Ford.
No tiene límites
Donde recupera terreno el pick-up de Ford es en las zonas más escarpadas. Presenta unos ángulos de entrada, salida y ventral de 32,5, 24 y 24 grados, respectivamente, con una distancia libre al suelo de 283 milímetros y una capacidad de vadeo de 85 centímetros. Cifras que le hacen preferible en las trialeras al citado Jeep y aunque las claves son sus mejores cotas, la gran respuesta de la tracción a las cuatro ruedas con reductora y bloqueo electrónico del diferencial trasero y los citados neumáticos especiales que equipan, también se han imprescindibles para conseguir esta ventaja.
Más práctico de lo que crees
Con semejantes características y con las contrastadas aptitudes que presenta, el Ford Ranger Raptor es más si cabe en esta edición especial, una compra pasional. Pero ojo porque pude resultar un coche bastante más práctico de lo que esperas. Su interior de doble cabina acoge a cinco adultos sin problemas, la caja de carga además de amplia, presenta una persiana con cierre semiautomático que funciona a las mil maravillas y permite usar como un gran maletero esta superficie y a nivel de equipamiento, se aprovecha de todos los avances de Ford en materia de tecnología y seguridad.
Por ejemplo, el cuadro de mandos analógico integra una pantalla a color central que ofrece buena información y una nítida lectura, mientras que el equipo multimedia es el famoso SYNC 3 de la marca, asociado a una pantalla de 8 pulgadas y compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Por debajo de la misma destaca el climatizador bizona, así como las dos entradas auxiliares de tipo USB y otras tantas tomas de corriente de 12 V, disponibles en esta zona, repleta además de buenos huecos portaobjetos para gafas, vasos, llaves entre otros. Vamos, que no le falta un detalle.
Ford Ranger Special Edition - fotos
Precio del Ford Ranger Raptor Special Edition
Después de todo, queda claro que estamos ante un vehículo fuera de lo común, al que el apelativo "especial" se le queda muy corto. Ahora bien, además de ser la bestia que esperas dentro y fuera del asfalto, este Raptor destaca por resultar un coche más práctico y válido para el día a día de lo que cabría esperar por sus características.
Como vehículo 100% lúdico echamos de menos un motor más bruto y sobre todo, mayor personalización para esta edición limitada Special Edition. Sin embargo, lo primero supone una ventaja en el día a día porque lo convierte en un 4x4 nada derrochador y muy utilizable y lo segundo también tiene una buena contrapartida: su precio. A diferencia de lo que sucede con muchas versiones de este tipo, solo cuesta 950 euros más que el Ranger Raptor normal. Concretamente, 61.856 euros por un todoterreno eficaz, divertido y de coleccionista.
Valoraciones
A favor: Estética general, uso práctico, suspensiones, equipamiento, diversión al volante.
En contra: Prestaciones y tacto del 2.0 diésel. Escasa distinción de esta serie especial.
