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Si en estas últimas (e inolvidables) 24 Horas de Le Mans resurgió Ferrari para escribir, de forma casi mágica, un nuevo tomo en su historia dentro de las carreras de resistencia, en 2024 todas las miradas estarán puestas en su eterna rival Lamborghini.
La firma boloñesa debutará el año que viene en el WEC y el IMSA con su SC63, un prototipo LMDh que acaba de presentarse en el marco del Goodwood Festival of Speed y con el cual están listos para aspirar a la máxima gloria.
Por supuesto, en ese camino figuran ciertas 'estaciones' con letras doradas como las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring y la misma Le Mans donde le esperarán, además de los contendientes ya conocidos de Porsche, Toyota, Cadillac, Ferrari o Peugeot, otros igualmente nuevos como BMW.
Un concepto llevado al extremo
Ya desde el primer vistazo, el Lamborghini SC63 nos inspira la palabra que mejor lo define: extremo. El afilado frontal parece querer distraernos de lo que esconde justo en su cara inferior, un gigantesco 'pozo' horizontal que atrapa enormes cantidades de aire y las reconduce por los grandes canales que delimitan, ya en los laterales, los carenados de las ruedas delanteras.
En estos últimos, igualmente extremas son las salidas que permiten ventilar el exceso de calor en los frenos, dejando apenas una mínima lama vertical sobre la cual se apoyan los retrovisores exteriores. Lamborghini asegura que los frenos del SC63 se han desarrollado para satisfacer el mejor compromiso posible entre peso, durabilidad y refrigeración, con un amplio margen para encajar los diferentes estilos de conducción de cada piloto.
Elaborado en fibra de carbono de principio a fin, este agresivo monocasco surge de la colaboración entre Lamborghini y Ligier. El laureado constructor francés ha realizado un trabajo prácticamente 'a la carta' siguiendo las directrices de los italianos, especialmente en ciertos elementos clave como la suspensión delantera de tipo 'push rod'.
Para la trasera ambos socios han apostado por un esquema al estilo del Cadillac V-LMDh, clásico y a la vez espectacular, con un gran alerón que directamente surge desde detrás de las ruedas posteriores y se lanza al cielo, sujeto en el medio por la aleta dorsal que remata la cabina. El toque de lenguaje estético Lamborghini lo deja patente su Centro Stile con sus firmas lumínicas en 'Y' en las cuatro esquinas, a la guisa de las que luce el reciente Revuelto.
Conforme marca el reglamento técnico de los LMDh, la planta motriz híbrida del SC63 es capaz de entregar una potencia máxima de 680 CV. Sin embargo, la firma del toro ha conseguido implementar algunas ideas propias. El V8 3.8 biturbo se ha creado desde cero siguiendo una configuración de 'V fría', donde los dos turbocompresores se encuentran alejados de la 'V' del bloque.
Esta solución hace que el aire tomado del exterior llegue más frío a la compresión, dificultando que puedan surgir pérdidas de potencia por sobrecalentamiento. Asimismo, ayuda a moderar la temperatura de trabajo de ambas turbinas, facilita sus reparaciones y consigue contener el peso total del coche y rebajar su centro de gravedad.
Por su parte, el propulsor eléctrico (MGU) se aloja en la carcasa de la transmisión, actuando como elemento mediador entre ésta y la parte de combustión. Estos últimos componentes están estandarizados por reglamento, siendo por tanto iguales a los que montan sus rivales.
La preocupación por la refrigeración, algo obvio en un vehículo que pasará largas horas rodando a más de 200 y de 300 km/h, ha llevado a Lamborghini a dotar el SC63 con nada menos que ocho radiadores. Dos de ellos son los 'intercoolers' asignados a cada turbo, a lo cuales hay que añadir los dos radiadores propios del motor, los dos dedicados a la parte eléctrica, el del lubricante para la caja de cambios y el condensador del aire acondicionado en la cabina.
Desde luego, el Lamborghini SC63 parece más que preparado para lo que se le viene el próximo año. En 2024, una unidad de este coche correrá el calendario del WEC, mientras otra idéntica disputará la categoría GTP del IMSA. Ambos SC63 correrán dentro de la experimentada estructura Iron Lynx, luciendo una decoración muy similar a la que han mostrado en esta presentación y con el patrocinio del relojero suizo Roger Dubuis.
Ya hay cuatro pilotos confirmados: por un lado, dos hombres de la casa como Mirko Bortolotti y Andrea Caldarelli; por el otro, figuran los ex-F1 Romain Grosjean y Daniil Kvyat. La marca italiana todavía tiene pendiente confirmar más nombres entre los cuales deseamos, de todo corazón, que ojalá figure el de su antiguo pupilo Albert Costa, flamante ganador de Le Mans en LMP2.
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Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
