Tras los éxitos cosechados en 2018 y 2019 con los Bentayga W12 y Continental GT, Bentley vuelve a Pikes Peak este año para tratar de lograr su tercer récord, esta vez en la categoría ‘Time Attack 1’ y lo hará con un vehículo muy especial que no solo destaca por su espectacular imagen, sino por apostar también por la sostenibilidad al utilizar combustibles renovables. Y es que el objetivo de la marca inglesa pasa por ofrecer carburantes sostenibles a todos sus clientes alrededor del mundo.
El Bentley más salvaje jamás fabricado
Fruto de esta combinación nace el Bentley Continental GT3 Pikes Peak. Una auténtica bestia que ha recibido importantes modificaciones tanto a nivel aerodinámico como mecánico para poder adaptarse a las exigentes condiciones de esta famosa subida (4.298 metros), en la que el aire es mucho menos denso (1/3) que al nivel del mar. Estos cambios han hecho que este vehículo se convierta en la versión más extrema de cualquier Bentley construido jamás.
Lo primero que llama la atención de este vehículo es el gigantesco alerón –el más grande que se ha colocado en un Bentley– que domina la parte trasera, asentado sobre un prominente difusor que rodea el transeje. Este paquete aerodinámico posterior se combina con un splitter frontal de dos planos que está flanqueado por dos canards de grandes dimensiones. Otras modificaciones relevantes incluyen unas tomas de aire ubicadas en el lugar que ocupaban hasta ahora las ventanas traseras, así como una jaula antivuelco y un cronómetro obligatorio situado al lado del volante.
Alimentado con biocombustible de competición
Rhys Millen, el hombre que logró los récords de 2018 y 2019, volverá a ponerse a los mandos y esta vez dispondrá de un bloque V8 biturbo de 4.0 litros con 760 CV de potencia y 1.000 Nm al que se la han realizado diferentes ajustes para ofrecer el máximo rendimiento durante todo el trayecto, incluso más que estas cifras en la carrera, además de acoplarle unos escapes laterales mucho más cortos que los de serie y que prometen ofrecer una melodía única.
Estas mejoras incluyen nuevos pistones y bielas, un colector de admisión de fibra de carbono reforzado y más grueso para funcionar a una mayor presión, colectores de escape Inconel impresos en 3D y personalizados por Akrapovic y por supuesto un nuevo par de turbos más grandes para funcionar a máximo rendimiento. Aunque lo más destacable será su nuevo alimento: un combustible de competición renovable de 98RON que surge de una mezcla de biocombustibles de alto rendimiento diseñados específicamente para competición, pero que permiten reducir en un 85% los gases de efecto invernadero.
El chasis por su parte también se ha ajustado con un camber negativo, resortes más suaves y nuevas barras estabilizadores para mejorar el comportamiento en curva de este Bentley así como su frenada. El coche todavía sigue con sus pruebas de desarrollo, habiendo finalizado recientemente tres nuevas pruebas dinámicas además del desarrollo de este nuevo biocombustible.
Listo para el 27 de junio
La edición 2021 del Pikes Peak tendrá lugar el próximo día 27 de junio, donde diferentes automóviles se enfrentarán a los más de 1.500 metros de ascenso y 156 curvas, con un tiempo objetivo a batir por parte del Bentley GT3 de 9 minutos y 36 segundos. El intento de Millen no solo podrá dejar otro récord para la historia, sino que además será toda una muestra de las posibilidades de los biocombustibles, incluso en competición, llegando a reducir los gases de efecto invernadero (GEI) en un 85%.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
