Mientras este lunes arrancaban los test previos al inicio de la temporada 2016, la Fórmula 1 se reunirá esta misma semana en Ginebra para discutir el futuro de la competición en 2017 y en adelante.

Tanto Bernie Ecclestone como Jean Todt, presidente de la FIA, estaban de acuerdo en la búsqueda de cambios radicales para el deporte, sin embargo, la propuesta de los motores cliente se ha visto afectada debido a las concesiones de los motoristas.

"La FIA debió haber mantenido el motor cliente como un impulso", dice Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, a la publicación Auto Motor und Sport.

Por su parte, Ecclestone ha descrito el comportamiento de los motoristas como un "cártel", algo con lo que Horner está de acuerdo: "Quieren trabajar entre ellos para saber qué motor lleva cada uno. Después cada equipo tiene que comprometerse durante tres años sin saber realmente que especificación lleva," explica.

Por otro lado, el diseñador de Red Bull, Rob Marshall, está de acuerdo en que los proveedores de motores tienen demasiado poder.

"Estoy escuchando lo que dicen los clientes –no nosotros- sobre recibir el mismo motor que el equipo de la fábrica, lo que podría ser el caso al hablar del hardware. Pero la diferencia no está en un material tangible, es sobre la electrónica, el software. Pulsas los mismos botones y recibes un rendimiento distinto," asegura a Speed Week.

Los coches serán más rápidos en 2017, sin embargo, las decisiones para los próximos años todavía no están tomadas y todavía restan discusiones sobre el futuro de la categoría.

"No está nada claro qué es lo que sucederá, pero será un día emocionante,"dice Horner.

Por último, Adrian Newey, diseñador y una de las figuras clave del éxito de Red Bull, espera que se pueda llegar a un acuerdo por el bien de la F1.

"Espero que se llegue a un acuerdo. El mayor peligro es que los equipos decidirán en base al egoísmo y no por una solución que beneficie a todos. Por el bien del deporte, necesitamos una federación fuerte," concluye.