El director general del circuito de Silverstone, Patrick Allen, ha confirmado que por primera vez en muchos años el pasado Gran Premio de 2015 en el trazado británico dejó ganancias gracias, principalmente, a las nuevas entradas por debajo de los 130 euros.

"He comprobado las cuentas y hemos ganado dinero, hemos generado beneficios, por primera vez en muchos años. A nivel económico estamos bien, es agradable. Todo el equipo del circuito de Silverstone ha trabajado para poder conseguirlo", se muestra orgulloso a Allen. "Si no hubiera trabajado de la mejor forma posible cada integrante de la família de Silverstone, no hubíeramos podido darle la vuelta a un negocio en solo 12 meses, algo que por suerte hemos logrado", añade.

Un total de 140.000 espectadores el domingo de carrera en el GP del Reino Unido, mientras que se sumaron hasta 350.000 en todo el fin de semana en la cuna de la Fórmula 1, en su edición número 66. Aunque no sólo las ventas de entradas fueron los artífices de la mejora económica del trazado inglés.

"Renegociamos muchos contratos de proveedores y quitamos muchos gastos. Además fuimos más eficientes en aspectos de controlar el tráfico a la entrada y la salida del circuito, lo que contentó mucho a los espectadores", explica Allen.

Sin embargo, no cabe duda de que la diferencia más importante en relación a las últimas ediciones del evento, fueron las bajadas de precios en las entradas. "Obviamente bajamos considerablemente los precios, y de ahí el número de gente que vino el domingo, 20.000 personas más, comparado con anteriores ediciones. Cuanta más gente venga, más fácil es rebajar los precios de cara a las próximas carreras", asegura Allen.

"Fuimos capaces de reinventar la proporción de falta de beneficios de cara al modelo de entradas para mantener el nivel de apoyo de los aficionados. Si los números de espectadores caen, que era lo que ocurría con los antiguos directores, no quedaba otra opción que subir los precios para poder pagar a Bernie Ecclestone, entonces eso significa que decae el número de gente que se puede permitir las entradas y entonces baja el número de espectadores y aumenta el precio...", reitera Allen. "Pero no podemos dormirnos en los laureles ahora, y todo se trata de seguir en esta dirección", completa.