Siguen pasando las fechas y muy poco ha cambiado en la posición de Red Bull y su proveedor de motores, al tiempo que los plazos de construcción se van reduciendo sin apenas capacidad para poder nada al respecto. Ante esta situación, el equipo se está moviendo en busca de nuevas soluciones, y una de las que más peso ha ganado es la introducción de motores independientes, de la casa francesa, una opción intermedia entre no tener motor y ser propulsado por Renault.

Esta opción parece muy factible para el jefe de esta escudería, Christian Horner. "Estoy seguro de que si hay una suficiente disposición y suficientes equipos sufriendo económicamente, entonces podrías reducir veinte millones tu presupuesto de motores, entonces es pan comido. Quizás los equipos pequeños no continúen en 2017 si el precio actual de los motores sigue siendo el mismo, así que es una decisión que deben tomar ellos, pero si, cuando te has estado quejando sobre el precio y los costes, llega una importante reducción del precio y la rechazas, me impresionaría que los equipos no la aceptasen", reconoce.

Horner señala que está totalmente de acuerdo con la idea del motor independiente y asegura que incluso le parecería interesante. "No hay ninguna regulación que dictamine que los constructores de motores tengan que proveer, y mucho menos a un precio competitivo. Un motor independiente para el futuro para nosotros es algo obvio, si no puedes tener motores no puedes correr. Para la F1 es importante tener un motor económico y competitivo, y si no puede ser el motor actual será otro", finaliza.