La Fórmula 1 disputa en Austin este fin de semana la primera de las tres finales en las que Lewis Hamilton y Nico Rosberg comenzarán a decidir el título de 2014. Sin embargo, la ausencia de Caterham y Marussia por problemas económicos ha hecho que el foco de atención esté centrado en la situación actual de la Fórmula 1 en lo que a la salud financiera de sus integrantes se refiere

Tras una conferencia de prensa de responsables de equipo muy tensa con los equipos pequeños en una postura y los grandes en otra muy distinta en cuanto al techo pesupuestario, Bernie Ecclestone, ha dado la cara tras la sesión de calificación para dejar clara su voluntad de hacer que las cosas cambien.

"Probablemente hay demasiado dinero mal distribuido, y puede que se mi culpa", asumió el británico de 84 años. "Francamente, sé lo que está mal pero no cómo solucionarlo", comentó Mr E, que no quiere ser recordado como el hombre que hizo desaparecer la F1. "Tenemos que abrir los ojos de la gente. No quiero estar en un posición en la que fuera demasiado fuerte, la Fórmula 1 desapareciera y se dijera que fue por mi culpa".

Para revertir la situación, Ecclestone pide la colaboración de las escuderías grandes para igualar algo más el reparto del dinero. Mr.E que haciendo sacrificios como puede ser rebajar los honorarios de estos equipos y también los suyos como máximo responsable del deporte, las cosas podrían cambiar para los equipos que más sufren en estos instantes.

"La gente que está involucrada en la Fórmula 1 y que quiere cuidar de este deporte tendrá que estar dispuesta a hacer sacrificios", comentó.

Por último, también ha asegurado que no habrá boicot de los equipos pequeños al Gran Premio de Estados Unidos como se había llegado a rumorear como forma de protesta de las escuderías más humildes.

"Olvidar esa basura, prometo que los equipos competirán. Correrán, os lo garantizo, pero estoy preocupado por si podrán hacer el próximo año", concluyó.