Bernie Ecclestone estará de vuelta en los tribunales este viernes para asistir a una sesión en la que los abogados de la acusación llamarán a sus primeros testigos, según informó la agencia de noticias alemana DPA. El ex fiscal del estado, Hildegard Baumler-Hosl, será el que tenga la palabra esta semana.

A Baumler-Hosl se le conoce por los largos y viejos tratos con Ecclestone en relación con el asunto de corrupción del exbanquero Gerhard Gribkowsky, que se remontan a hace años. Se cree que la fiscalía se centrará en comprobar si las afirmaciones del jefe de la F1 sobre los 44 millones de dólares en pagos a Gribkowsky fueron consistentes a lo largo de estos años.

Sobre el resultado de esta trama, hay ya muchas apuestas. Muchos creen que el cargo de Ecclestone como jefe ejecutivo es ya insostenible y que su gobierno llegará a su fin si resulta condenado.

A algunos les da miedo que algo así pueda llegar a pasar. "Sin Bernie el sistema podría colapsarse", añadió el jefe ejecutivo del proveedor de gasoline y patrocinador Total, Christophe de Margerie.

Por su parte, el propietario del equipo Lotus, Gerard López, está de acuerdo en que el empresario de 83 años "no es fácil de reemplazar", apuntó para la revista francesa de negocios Challenges.

"No se me ocurre realmente una persona que pueda sustituirlo. Quizás un dúo compuesto por un experto en Fórmula 1 y otro en finanzas", afirmó el tetracampeón del mundo, Alain Prost.

Por lo menos, de cara al público, a Ecclestone se le ve confiado. Antes ya había señalado la probabilidad de tener que delegar algunos de sus deberes del Gran Circo durante el juicio, pero ahora parece que intenta descartar esta opción.

"Sé que se está hablando mucho pero estaré bien al final del juicio. Hasta ahora no estoy compartiendo mi trabajo con nadie. Dos días a la semana estoy ocupado con el juicio y el resto es suficiente para mis compromisos con la F1", finalizó al que muchos apodan "el hombre que inventó la F1" para la agencia de noticias india PTI.