Si hay un verdadero animador del paddock ese es Eddie Jordan. Vendió su equipo hace años -ahora es Force India- y pasó a vivir de otra manera, más tranquilo; pasa largas temporadas en su casa de Sotogrande, Cádiz, para jugar al golf, su otro deporte favorito.

Sus atrevidas camisas, su actitud gamberra y juvenil, y sus comentarios a través de la BBC le han hecho sumamente popular, especialmente entre el público británico y seguramente ello haya sido de ayuda a la hora de que las autoridades de su país le hayan designado merecedor de uno de los galardones más valiosos: la Orden del Imperio Británico.

La entidad que lo otorga aduce que esta elección ha sido por su larga trayectoria relacionada con servicios a la comunidad hacia los más necesitados y su relación con el mundo del motor. Jordan colabora con varias ONGs y en lo deportivo, cuando menos, la escudería de su propiedad disputó 250 Grandes Premios.

Eddie Jordan, se mostraba sorprendido ante la noticia tal y como recoge Autosport. "¡Qué momento de mi vida tan maravilloso", dijo el irlandés. "Estoy muy sorprendido y enormemente contento de recibir este galardón, sin embargo, no habría sido posible sin la ayuda de mi familia, el equipo Jordan Grand Prix, a CLIC Sargent [una ONG que trabaja por los niños] y más recientemente el equipo F1 de la BBC".