Tras desechar el Toyota de 2009 al considerarlo demasiado anticuado, Pirelli intentó comprar a los equipos un coche más nuevo para sus pruebas privadas de neumáticos. En última instancia, Pirelli compró un Renault de 2010. Pero aunque no era la mejor solución, sí fue la única posible: "Así que estamos a un paso de estar contentos", asegura Hembery a Auto Motor und Sport.

Muchos se preguntan por qué Pirelli no prueba con un coche ganador, con un campeón mundial como un Red Bull Racing. Pero Hembery explica que no era factible: "Queríamos un coche del pelotón; probablemente hubiera habido muchas quejas sobre el campeón mundial. Además, los costes juegan un gran papel".

Lo que ahora busca Pirelli es un piloto para su Renault R30: “Hay muchos nombres en la lista”, asegura Paul. “Incluso algunos en los que no habríais pensado. Lo que sería ideal es tener a alguien con la experiencia de la temporada de 2011; así que esto reduce un poco el número de candidatos.”