Si condujiste el BMW Z4 Coupé con el motor 3.0i de 265 caballos, seguro que recuerdas la experiencia como algo prácticamente insuperable. Hablamos de un atmosférico fino, enérgico y prestacional, capaz de disparar al biplaza alemán de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y de hacerle alcanzar una velocidad máxima real –y autolimidada– de 250 km/h. Sin embargo, a uno de sus propietarios no debió parecerle lo mismo, pues se decidió a transformarlo reemplazando este seis cilindros en línea por un… ¡V10 americano!
Efectivamente, cada uno con su coche hace lo que quiere, el problema viene cuando pasan los años y piensas en deshacerte de él. Ahora, la cotización de este BMW Z4 con motor de Dodge Viper no está nada clara. Sus prestaciones se han disparado, pues el 8.3 de 550 caballos que esconde bajo su capó tiene una fuerza demencial, 750 Nm de par máximo. No obstante, muchos de los que buscan un deportivo de este porte no buscan sólo que acelere como un camión y el pesado V10 condiciona inevitablemente su comportamiento, añadiendo un peso considerable al tren delantero.
Ahora sólo queda que algún valiente se atreva a hacerse con él pues su precio de salida también impone lo suyo, 49.500 euros. En su defensa diremos que el Z4 en cuestión ha sido debidamente modificado para aguantar el aumento de potencia y si es tan efectivo acelerando como el BMW Serie 1 con motor V10 que vimos hace poco, puede causar furor en las 'drag races' locales. Sí, aquel modelo montaba un bloque bastante más ligero y potente, el 5.0 de 750 caballos 'heredado' del M5, pero a este 'Z' habría que verlo también en acción.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
