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El activesphere es mucho más que el cuarto miembro de la familia de concepts creada por Audi desde 2021 ( skysphere, grandsphere y urbansphere) y seguramente sea el modelo que tiene más posibilidades de convertirse en real. Es el espectacular resultado de dejar libre la creatividad de dos franceses, Gaël Buzyn y Charles Lefranc, los jefes de diseño del Design Center de Audi en Malibú, California, con el liderazgo desde Alemania de Marc Lichte, el director de diseño de Audi, un apasionado de los deportivos y de la conducción off-road.
Todo ello aderezado con la tecnología más sorprendente que podemos imaginar aplicada a la conducción física y la autónoma. “El activesphere es único, un nuevo tipo de crossover que combina inteligentemente la elegancia de un Audi Sportback, la practicidad de un SUV y auténticas capacidades todoterreno”, cuenta Buzyn. Hemos podido ver y “sentir” este Audi llegado del futuro en una presentación muy especial en Munich.
“Inteligencia estética”
Ese es el concepto creativo a partir del cual trabajan los diseñadores de Audi, así nos lo cuenta Marc Lichte: “Ya sea en un modelo de producción o en un concept, es una combinación de diseño distintivo y la más avanzada tecnología”. Pero pongamos el activesphere en contexto. Esta realizado sobre la nueva plataforma eléctrica PPE (Premium Platform Electric) que se estrenará a finales de este año y que será compartida con Porsche. Mide 4,98 metros de largo, 2,07 de ancho y 1,60 de alto en posición “normal”, con unas llamativas llantas activas de 22 pulgadas. Sus baterías tienen una capacidad de 100 kWh y la potencia total de sus dos motores es de 440 CV, con una autonomía anunciada por encima de los 600 km. La suspensión neumática permite pasar de una altura libre baja de 16 centímetros, a la normal de 20,4 hasta llegar a casi 25 fuera del asfalto.
Sus formas podrían hacernos pensar en un futuro A7 Sportback con detalles tan curiosos como la parrilla frontal o la parte baja de las puertas en cristal. Es un cuatro plazas sin pilar central, con las puertas traseras de apertura inversa para hacer más fácil el acceso a su sorprendente interior. Charles Lefranc, uno de los “padres” del activesphere, contempla el nuevo concept de Audi casi con la misma admiración que los que acabamos de descubrirlo. “Es la primera vez que lo veo físicamente, nos dice. Trabajamos desde Malibú con los equipos de Ingolstadt pero el coche se ha realizado en Alemania y hasta ahora no lo he podido ver en vivo”. Cosas del teletrabajo en equipo.
Un interior sin mandos
La palabra sphere es el eje de esta familia de concepts y se refiere al nuevo concepto de interior, amplio, limpio, en el que disfrutar de la estancia. Un vehículo diseñado de dentro hacia fuera, reinventando un habitáculo configurado para cuatro pasajeros en unos asientos completamente envolventes, que dan forma también a los reposabrazos. Están realizados en un tejido a partir de plásticos reciclados que pasa de un rojo intenso en la parte baja al negro en la parte superior.
No hay volante, ni pantallas o interruptores de ningún tipo, solo unas gafas de “realidad mixta” la nueva tecnología que llegará a nuestras vidas muy pronto. A finales del siglo XX la realidad virtual representaba imágenes digitales sin ningún elemento del mundo real. La realidad aumentada superpone el mundo real con contenidos virtuales. Ahora, la realidad mixta muestra contenidos virtuales en tres dimensiones con referencias espaciales al mundo real. Para entenderlo más fácilmente, es lo que ya vimos hace años en películas de ciencia ficción como Minority Report.
Cuando nos ponemos esas gafas el interior del activesphere se transforma. Podemos ver la información habitual de cualquier vehículo, pulsar y manejar interruptores que físicamente no existen en el habitáculo, contemplar el mapa topográfico en tres dimensiones de la ruta que vamos a seguir y realizar cualquier otra función de control actuando sobre esos mandos que son invisibles sin las gafas de realidad mixta. Pero no tenemos salpicadero, volante o pedales. Cuando queremos pasar del modo 4 de conducción autónoma a la conducción física el salpicadero se eleva, surge un volante de forma cuadrada y los pedales también emergen del suelo pero seguimos teniendo la misma realidad mixta ante nuestros ojos. El salpicadero incluye las salidas de ventilación y actúa como una barra de sonido, incluso cuando no es visible.
Mutación off-road
Cuando se selecciona el modo de conducción fuera del asfalto el activesphere se transforma, la altura libre lega casi a los 25 centímetros, de los estribos laterales y la defensa delantera salen unas piezas móviles que actúan como protección y las llantas cobran vida, con unas secciones móviles que se inclinan levemente, para mejorar la ventilación a baja velocidad. Si queremos aún más funcionalidad vamos un paso más lejos y pasamos al modo Active back: la luneta trasera queda enrasada con el techo, del piso del maletero emerge una separación entre el habitáculo y el espacio de carga y el activesphere queda convertido en un estilizado pick-up. Sobre su nueva zona exterior puede llevar hasta tres bicicletas en este nuevo espacio descubierto con numerosos anclajes y perfectamente preparado para la intemperie. Si no se utiliza esta “configuración” pick-up el activesphere también puede llevar varios esquís en el techo gracias a unos anclajes que cuando no se usan quedan perfectamente ocultos.
Para Marc Lichte este el vehículo del futuro, una combinación de dos estilos estéticos, un deportivo y un SUV, sin renunciar ni al disfrute de la conducción física ni a la comodidad de los desplazamientos en modo autónomo. “Dos mundos integrados en uno solo, sin perder el ADN de deportividad de Audi cuando nos ponemos al volante y con toda la relajación y la calma que aporta el nivel 4 de conducción autónoma”. El entusiasmo con el que nos lo cuenta Marc Lichte no deja lugar a dudas, es el futuro. Al menos el de Audi.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
