Los Alfa Romeo Giulia y Stelvio se han convertido en los modelos más importantes de la firma italiana. Dos modelos que a finales del pasado año 2019 recibieron una renovación más evidente por dentro que por fuera pero necesaria para mantenerse en la lucha dentro de sus categorías.
Ahora le toca el turno a sus famosas versiones deportivas Quadrifoglio que llegan acompañadas de ligeros cambios estéticos pero con una serie de novedades a nivel tecnológico e incluso en equipamiento más que interesantes.
Sus prestaciones se mantienen sin cambios respecto al modelo original. Por lo que tanto el sedán como el SUV siguen contando con un motor V6 biturbo de 2.9 litros con 510 CV de potencia y un par motor de 600 Nm de par máximo que llega a las ruedas traseras a través de una transmisión ZF automática de ocho velocidades y del sistema Alfa Active Torque Vectoring. Un rendimiento que se complementa con los sistemas Alfa Active Suspension, o el Active Aero Splitter y por supuesto el selector Alfa DNA pro que permite seleccionar el modo RACE para dar rienda suelta a todo su potencial, todo ello coordinado y adaptado a tiempo real con el Alfa Chassis Domain Control.
Presencia mejorada
Todo esa deportividad de los Quadrifoglio puede completar ahora con un nuevo sistema de escape Akrapovic de titanio con terminales de carbono terminado como es habitual en cuatro salidas que ahora ofrecen un sonido mucho más intenso.
En el exterior la otra gran novedad son los nuevos colores disponibles para la carrocería dentro de la colección Oldtimer: el Rojo 6C Villa d’Este, el Ocre GT Junior y el Verde Montreal que puedes ver en esta imágenes. Además la marca ha creado una nueva línea de accesorios junto a Mopar específica para los nuevos Quadrifoglio y que además de incluir el nuevo escape Akrapovic también permite darle un aspecto aún más personalizado al modelo incluyendo nuevas carcasa para los retrovisores o un spoiler de fibra de carbono.
El quadrifoglio más tecnológico y avanzado
Es en el interior sin embargo donde llegan los verdaderos cambios, con una consola central de nuevo diseño, al igual que el volante, la palanca de cambios y por supuesto el sistema de infoentretenimiento que llega más moderno que nunca y con una pantalla táctil de 8,8 pulgadas que además de permitirnos gestionar el sistema multimedia nos permite ver distintos parámetros del coche relacionados con su rendimiento como la presión del turbo o la distribución del par.
Todo esto llega acompañado de un completo arsenal de sistemas de asistencia a la conducción que ofrecen una tecnología de conducción semiautónoma de nivel 2 y que incluyen el Asistente de mantenimiento de carril (Lane Keeping Assist), Asistente activo de ángulo muerto (Active Blind Spot Assist), Control de crucero activo (Active Cruise Control), Reconocimiento de señales de tráfico y control inteligente de velocidad (Traffic Sign Recognition e Intelligent Speed Control), Asistente de tráfico denso y Asistente en autopista (Traffic Jam Assist y Highway Assist) y el Asistente de atención del conductor (Driver Attention Assist).
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
