Uno de los elementos que se deben llevar de forma obligatoria en los vehículos son los triángulos de emergencia, unos dispositivos portátiles que sirven para señalizar el peligro a otros usuarios de la carretera, tras sufrir una avería o un accidente por parte de la persona encargada de situarlo. Sin embargo, esta maniobra de colocación puede ser bastante peligrosa, causando incluso la pérdida de vidas.

Según la reglamentación actual que regula este tipo de dispositivo, el conductor deberá colocar los respectivos triángulos de emergencia a una distancia de 50 metros en autopistas y autovías, teniendo que ubicar dos de ellos (delante y detrás del coche) a esa misma longitud en vías de doble sentido. Para poder cumplir con esta misión el conductor debe abandonar el automóvil y continuar su marcha hasta la zona adecuada, lo que supone un gran riesgo que no está dispuesto a tolerar la Dirección General de Tráfico.

El adiós de los triángulos no será inmediato, teniendo que esperar hasta el 2025.

Y es que, según los datos que maneja la DGT, en el último año los fallecidos en autopista aumentaron de 208 a 303, de los que el 20% fueron atropellos a peatones (unas 60 personas), muchos de ellos mientras caminaban por el asfalto tratando de señalizar la avería de su vehículo. Es por ello que los planes del organismo público pasan por sustituir los triángulos de emergencia por otro elemento, tal y como indica Ana Blanco, subdirectora adjunta de circulación de la DGT: “Hoy por hoy, el usuario tiene que abandonar el vehículo e ir a colocar el triángulo. Es precisamente en ese momento cuando las personas se convierten en vulnerables, por lo que consideramos que es más apropiado permanecer en el vehículo sustituyendo esa preseñalización por otra”.

Llegados a este punto una de las soluciones que se están planteando para poder erradicar el número de atropellos es la utilización de unas señales luminosas que se ubicarían en el techo del vehículo, una medida similar a la empleada en los coches de la policía secreta, sin tener la necesidad de abandonar el mismo. Sin embargo, el adiós a los triángulos no será inmediato y es que la DGT se ha puesto como objetivo el 2025, año en el que se pretende que sea obligatoria esta nueva medida.

Todo ello provocaría un cambio en la legislación actual, una regulación que a día de hoy establece el uso obligatorio de los triángulos, ofreciendo la posibilidad de utilizar un dispositivo luminoso, aunque solo de manera opcional.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta