La fiebre todo camino continúa en plena vigencia como lo demuestra la aparición continúa de nuevas propuestas. Es el caso del Vitara, un ‘viejo conocido’, muy apreciado dentro del segmento todo terreno que vuelve al mercado totalmente renovado. Por su parte el X es una versión del conocido y exitoso utilitario Fiat 500 que adopta una estética más campera y nuevas aptitudes, no en vano está desarrollado sobre la plataforma del Jeep Renegade, toda una garantía.
Fue en el año 1988 cuando llegó al mercado el primer Suzuki Vitara y rápidamente se convirtió en un éxito. Ahora, 27 años después, tenemos una nueva versión muy diferente. Por tamaño se sitúa por debajo del S-Cross con el que comparte algunos componentes y también es más pequeño que su rival de esta comparativa. Asimismo, en el Vitara 2015 las aptitudes todo terreno han disminuido con respecto al ‘original’ si bien se muestra más capacitado en conducción off road que el 500X.
El benjamín de Fiat es una evolución del 500 inicial que crece en tamaño, adopta una carrocería de cinco puertas, gana en habitabilidad y en capacidad de maletero. Nuestra versión es la denominada Cross que adopta una estética más ‘campera’ que incluye un diseño de los paragolpes que previsiblemente mejora el ángulo de ataque y salida –aunque la marca no da a conocer estos datos–. También se incluyen unas barras de techo que permiten mejorar la capacidad de carga.
Aunque tanto el Vitara como el 500X cuentan con versiones de gasolina en esta ocasión hemos optado por las turbodiésel con tracción integral y cambio automático en el caso del Fiat. En el Vitara hasta septiembre no habrá disponible una opción de este tipo.
POLIVALENCIA AL VOLANTE
Lo cierto es que ambos rivales se muestran bastante prácticos y permiten desde un uso urbano hasta una utilización más lúdica, por ejemplo disfrutando de una escapada de fin de semana.
Desde el punto de vista estético Suzuki y Fiat han tenido muy en cuenta las posibilidades de personalización, algo a lo que la marca italiana nos tiene muy acostumbrados, pero bastante menos la japonesa. Tenemos muchas opciones donde elegir. Por ejemplo, en el caso del Vitara hay 14 opciones de acabado para la carrocería –también en el 500X– pero Suzuki va más allá y ofrece hasta combinaciones bitono con originales y muy llamativas propuestas.
En los interiores pasa algo parecido y también podemos optar por diferentes posibilidades. En el Suzuki es factible personalizar el color de varios componentes, si bien algunos materiales son algo duros. Aún así es un habitáculo colorido, vistoso y llamativo que no tiene nada que ver con otros modelos anteriores de la gama Suzuki. El 500X nos sorprende por su calidad interior, con materiales y plásticos mullidos muy agradables al tacto. El diseño del habitáculo resulta más atrevido que su rival…
En el puesto de conducción también se aprecian diferencias. El Suzuki Vitara tiene una posición similar a un turismo con unos asientos que tienen buena sujeción. Todo está muy a mano, y desde el volante multifunción regulable en altura y profundidad –aunque no tan completo como el del 500–, podemos controlar multitud de parámetros. Asimismo, la visibilidad es buena y permite realizar maniobras urbanas con seguridad.
Diferencias apreciables
Una posición más elevada junto con unos sensacionales asientos marcan la pauta en el 500X. Cuentan hasta con ajuste lumbar y son muy ergonómicos y cómodos. El volante también tiene regulación y una profusión de botones que permite manejearlo prácticamente ‘todo’ sin necesidad de soltar las manos. La visibilidad delantera es buena, si bien hacia atrás se ve mermada dado el diseño bastante inclinado del portón posterior del maletero donde va alojada la luna.
En lo referente a motores; el Vitara recurre al conocido bloque 1.6 DDiS, que aunque es menos refinado que otros de la competencia, resulta bastante progresivo y suave y tiene un consumo ajustado, que en nuestro habitual recorrido de pruebas marcó un registro de 4,4 litros, bastante cerca del consumo homologado. Está unido a un cambio manual de seis velocidades, en este momento el único disponible, que tiene un funcionamiento preciso y correcto. En carretera el chasis proporciona un buen comportamiento y el funcionamieno del sistema de tracción total Allgrip –mediante embrague multidusco– prioriza el reparto de par al eje delantero. Cuenta con cuatro opciones, Auto, Sport, Snow y Lock. Las dos primeras son recomendables para carretera e incluso la función deportiva permite practicar una conducción casi racing ya que modifica la entrega de potencia de forma apreciable.
El 500X recurre a un bloque de más cilindrada y potencia que el de su rival. Es de la saga Multijet pero lo realmente novedoso es poder contar con el nuevo cambio automático de nueve velocidades que ya estrenó el Jeep Cherokee. Desarrollado por ZF se trata de una caja CVT que como es habitual aporta mucha suavidad en la conducción, aunque provoca algún tirón en las arrancadas. Tiene tres modos de utilización bien diferenciados, Traction, Auto y Sport. Este último es muy eficaz ya que incluso modifica el tacto de la dirección, tracción y entrega de potencia.
DIFERENTES APTITUDES
En carretera el 500X sorprende con un aplomo superior al de su rival y un motor nervioso y con brío, algo en lo que probablemente influyan los enormes neumáticos que montaba nuestra unidad –225/45 R18–. Estas gomas son eficaces en asfalto limpio, pero limitan las capacidades off road y penalizan el consumo, que resulta superior al de su rival con un registro de 6,8 litros de media en nuestro recorrido habitual. Si decidimos aventurarnos en conducción todo terreno, el Vitara ofrece mejores aptitudes gracias a su mayor altura. De la misma manera se muestra más ágil y maniobrable en recorridos urbanos.
Precio, equipamiento y ficha técnica del Fiat 500X Multijet.
Precio, equipamiento y ficha técnica del Suzuki Vitara DDiS.
