La gama del Cupra Formentor poco a poco va tomando forma. Ya hemos conducido el VZ de 310 caballos, acabamos de conocer el híbrido enchufable de 245 caballos y la semana que viene veremos –en todo su esplendor– al esperado VZ5, que utilizará el cinco cilindros en línea turboalimentado de Audi Sport.
Pero las novedades de la gama Formentor no acaban aquí, ya que hoy vuelve a ser noticia porque ya está disponible con el motor gasolina TSI de 150 caballos, una mecánica de acceso a la gama y toda una caja de sorpresas por su agrado y eficacia. Un propulsor de sobra conocido en el Grupo Volkswagen dado que lo montan infinidad de modelos, incluidos los nuevos plug-in.
Un motor TSI conocido y ¿apropiado?
Se trata de un propulsor de cuatro cilindros turbo con 1.498 centímetros cúbicos, que desarrolla 150 caballos entre 5.000 y 6.000 revoluciones y un par de 250 Newton/metro entre 1.500 y 3.500 vueltas. Lleva desconexión de cilindros (funciona entre 1.250 revoluciones y 4.000 y hasta 130 por hora), turbo de geometría variable y un filtro de partículas de cuatro vías especial, ubicado a la salida del turbocompresor.
Para nuestra toma de contacto, Cupra nos preparó una unidad prácticamente de serie, ya que ni llevaba los asientos tipo bacquet ni montaba la transmisión automática DSG de siete velocidades (este último extra cuesta algo más de 2.000 euros). A nivel de prestaciones, matizar que las diferencias entre la caja manual y la DSG apenas existen, ya que la aceleración es idéntica y sólo hay una mínima diferencia en la velocidad máxima, en la que la manual de seis relaciones consigue un kilómetro/hora más de punta (204 frente a 203). En el consumo sí se aprecia un salto, con 0,3 litros más a los 100 para el DSG.
Cupra Formentor - fotos
Nada más iniciar la marcha, el Formentor nos demuestra que sigue teniendo una pisada fantástica, de coche grande y lujoso. Esto último viene dado por el exquisito ambiente interior con el que recibe a sus pasajeros, con plásticos blandos en buena parte del salpicadero, así como por la disposición de mandos, incluido un sistema multimedia más veloz que el que montan sus primos de Volkswagen y Skoda.
¿Cómo identificarlo? Fácil: salidas de escape capadas
Volviendo a la dinámica, quizá echamos en falta algo más de pegada, sobre todo, porque nuestra cabeza recuerda las sensaciones del VZ, con el que este Formentor TSI, por cierto, comparte prácticamente la estética, salvo detalles como los parachoques o las llantas, de 18 pulgadas en este caso. Esta motorización es relativamente silenciosa y con un empuje muy progresivo desde abajo. A través del Drive Select tenemos en esta ocasión tres programas, con los que se modifica el tacto de la dirección y la respuesta del 1.5 TSI.
Dinámicamente, el coche se comporta como esperábamos. Se siente ágil para dejar en báscula 1.473 kilos en peso de orden de marcha, aunque quizá le hubiese venido bien equipar la suspensión de dureza variable DCC para pasar por las curvas con más firmeza, pero no está disponible ni siquiera como opción, según los responsables de la marca, para diferenciar un poco las versiones.
El Cupra Formentor 1.5 TSI de 150 caballos ya está a la venta desde 29.670 euros y de serie viene con llantas de aleación de 18 pulgadas, preinstalación de gancho para remolque, asistente de arranque en pendiente, climatizador trizona, rueda de repuesto, sensores de aparcamiento traseros, Digital Cockpit con instrumentación específica y faros Full Led. Ese importe está promocionado con 2.000 euros, 1.000 euros que aporta la propia marca como ‘regalo’ de bienvenida, y otros 1.000 euros por entregar un coche a cambio, descuentos que se amplían en el caso de añadir el de financiación.
Como extras interesantes están los asientos tipo bacquet (1.611 euros), el sistema multimedia con pantalla táctil de 12 pulgadas (967 euros), el techo panorámico (1.393 euros), la cámara de marcha atrás (291 euros) o la alarma (322 euros).
A favor: Diseño espectacular. Calidad percibida. Comportamiento.
En contra: Precio de la caja de cambios automática. Consumo a ritmos muy alegres.
