La temporada 2017 de Fórmula 1 introdujo un cambio importante en cuanto al tamaño de las gomas. Más superficie de contacto para unos neumáticos que ahora soportarían un paso por curva mucho mayor. Pirelli, suministrador único de neumáticos no quiso tomar ningún riesgo, confeccionando unos neumáticos que acabaron siendo muy duros.

Esto no solo provocó que se replantease los neumáticos seleccionables para cada prueba, sino que condicionó las estrategias de carrera, que quedaron limitadas a una única parada, restando emoción. Para 2018, Pirelli buscó ablandar su gama de neumáticos para aumentar la degradación y con ello abrir el abanico de estrategias, amén de implementar dos compuestos nuevos, uno de ellos, más blando todavía.

Sin embargo, a raíz de lo visto en la primera carrera de la temporada, Pirelli ha fallado. No solo no ha habido variedad estratégica, con una sola parada, sino que los pilotos se han permitido el lujo de marcar vueltas rápidas en el final de la teórica vida útil del neumático, y además con la sensación de haber podido realizar la carrera completa sin cambiar de gomas.

Por ejemplo, Fernando Alonso entró a boxes en la vuelta 26, con neumático ultrablando, sin síntoma de desgaste, pero es que lo hizo únicamente para aprovechar el safety car virutal. Misma vuelta en la que entró Sebastian Vettel, cuyos neumáticos además habían sufrido el desgate de la sesión de clasificación, y que con 25 vueltas sobre ellos, eran más rápidos que los nuevos blandos montados por su compañero de equipo.

En cuanto a la variedad estratégica, de los 15 pilotos que terminaron la carrera, 12 optaron por una única parada. Solo Charles Leclerc y Lance Stroll optaron por algo diferente, y en ambos casos fue aprovechar el coche de seguridad para montar un neumático más blando, pues desde el fondo del pelotón, no había mucho que perder. Lo mismo hizo Brendon Hartley, aunque su primera parada no fue fruto de la estrategia, sino de un terrible plano que les hizo en la primera frenada de la carrera. Por cierto, vuelta rápida de carrera, Ricciardo, con blandos que acumulaban más de 30 vueltas.

Pirelli suspende esta primera prueba, cierto que lo hace en un circuito con unas condiciones muy particulares, pero del que tienen datos de sobra y donde no quisieron traer neumáticos más blandos. Veremos cómo reacciona el fabricante italiano o si por el contrario, tocará una nueva temporada de carreras a una parada y sin variedad estratégica.

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